
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos la cual declara que ¨todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”
El pasado de todos los países de la región tiene en común el recurrente involucramiento del sector militar en diversas formas de violencia sobre sectores populares (estudiantes, campesinos, indígenas, obreros, militantes políticos) ya sea en intervenciones tan puntuales como repudiables frente a determinadas coyunturas conflictivas o más sistemáticamente de la mano de dictaduras que con mayor o menor representación militar se iban instalando.
En algunos, como el de nuestro país, se han transitado las últimas tres décadas de democracia con el tema de la justicia y el fin de la impunidad por los delitos de lesa humanidad, cometidos por la última dictadura militar.
Entre el 29 de mayo al 2 de junio de 2006, se dictó un Curso de Especialización de Derechos Humanos, con excepcionales panelistas consagrados a la temática en Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos y Estado de Derecho y Orden Jurídico, convocados por el Ministerio de Defensa. La cuestión de los Derechos Humanos, en relación con las Fuerzas Armadas, no puede ser abordada únicamente desde una perspectiva institucional, en relación con actores o procesos externos, porque no se trata
únicamente de la implicancia del tema en relación con las fuerzas y su inserción en la vida democrática. Hay, con la misma urgencia, la necesidad de insertar esta perspectiva hacia el interior de las instituciones militares.
Este Ministerio de Defensa sostiene que la cuestión de los derechos humanos no se agota en las características que asume la relación entre Fuerzas Armadas y Sociedad en un contexto democrático. También la temática debe ser una oportunidad, para fortalecer la capacidad de reflexión respecto de cuál es el ámbito de vigencia de tales derechos y garantías, hacia el interior de estas organizaciones, las condiciones de ejercicio y los elementos que lo obstaculizan. (Extracto del prólogo)
―En la democracia la autoridad existe, pero su ejercicio debe ser compatible con el goce de la libertad de los gobernados y debe estar enmarcado dentro de los límites infranqueables que emanan de la dignidad de la persona humana‖ (Dr. P. Nikken- Curso de Especialización en Derechos Humanos. AA.VV. MINDEF-2006, pag.16)