Un nuevo aniversario, con la memoria intacta
Se cumplen 39 años del inicio del conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido en uno de los más tristes capítulos que vinculan a ambos países en la disputa por el territorio que comprende las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del sur y espacios marítimos circundantes. Una disputa tan injusta como la guerra misma, pues el legítimo derecho asiste con la razón a la Argentina y no así el poder hegemónico de las potencias colonialistas. El entramado que desemboca en la guerra es un tanto complejo, pues se hace necesario comprender algunas e variables de índole coyuntural que podrían establecer las razones por las cuales el gobierno de Galtieri llegó a tal decisión.
Para poner en contexto, en primer lugar, a finales del año 1965 se aprueba la Resolución 2065 por parte de la Organización de Naciones Unidas que insta a ambos países a reanudar las negociaciones reconociendo la existencia de un territorio en disputa a partir de la existencia de un enclave en el Atlántico sur, y conforme a los preceptos que la Resolución 1514 del 14 de diciembre de 1960 que llama a poner fin a las colonias existentes. En virtud de ello Argentina y el Reino Unido reinician un período de diálogo de un decenio con momentos muy positivos. De hecho en el año 1971 se celebra el acuerdo de comunicaciones entre Argentina y el Reino Unido, acuerdo que significó la llave para la inserción de producción y servicios nacionales en las Islas. Hasta el año 1973 el diálogo fue sumando diversos aspectos que buscaban encaminar la situación a una transición ordenada. Existieron intercambio de documentos e información entre ambos países. Tras la vuelta del General Perón al país, el diálogo se materializó en propuestas concretas basadas en proyectos a mediano plazo que tendrían como principio un sistema de soberanía compartida. En tal sentido, el gobierno de Perón diseñó un esquema de “intervención cooperativa” que buscó reinsertar la cultura nacional en Malvinas. Consistió, básicamente, en el envío de un cuerpo docente de diferentes áreas para la enseñanza primaria y secundaria de los malvinenses. El establecimiento de YPF en las Islas con la perspectiva de avance industrial proyectando el trabajo de refinería a futuro. Y el envío de 50 productos nacionales que se inserten como propios en la cultura de Malvinas. Perón tenía la firme convicción de que la cultura era un elemento socializador de enorme potencialidad, y para ello la educación se configuraba como el potencial de penetración más importante.
La muerte del General fue un golpe duro para la política nacional, y para el pueblo argentino. La cuestión de las Islas Malvinas también se vio duramente afectada. La asunción de Isabel trajo consigo la reconfiguración del escenario político, económico como también el frente de política exterior. El boom petrolero y la misión Shackleton fueron disparadores para una nueva serie de desencuentros entre nuestro país y la potencia colonial. La proyección de Malvinas hacia nuevas oportunidades de mercado, alejándola de la economía lanera, significó un motivo para plantear el distanciamiento y comenzar a sentar las bases de una fortaleza con perspectivas geoestratégicas muy claras.
Un vendaval diplomático sacudió nuestro país por aquellos años hasta llegar a 1982. La situación del Beagle había generado tensiones límites, y hacia adentro la situación social estaba cada vez más tensa entre la dictadura cívico militar y los trabajadores. Entre el 19 y 20 de marzo se producen incidentes en las Georgias del Sur y las tensiones en el Atlántico Sur venían en escalada. En el orden interno la situación económica se tornaba cada vez más apremiante y en lo social el clima era cada vez más tenso. En medio de ese contexto, el 31 de marzo en horas del mediodía la flota Argentina puso proa rumbo a Malvinas poniendo en marcha la “Operación Rosario” que se concretará el 2 de abril. Horas después, el Reino Unido puso en marcha dos portaaviones y una extensa flota de buques que el 1 de mayo llegarían a destino para dar inicio a la batalla. Los días transcurridos entre el 2 de abril y el 1 de mayo se trabajaron en pos de la búsqueda de una solución pacífica. Algo que de ambos lados se sabía que no iba a llegar. El desenlace es conocido por todos.
Nuestros soldados tuvieron que vivir muy duros años una vez transcurrido el conflicto: el período de desmalvinización. Fue esta una etapa que puso a nuestros soldados en segundo plano. Durante los ochenta y los noventa el Estado argentino abandonó en todo concepto a quienes pusieron el cuerpo por la soberanía en nuestras Islas.
Desde el año 2003 comienza una nueva etapa en la cuestión Malvinas. La presencia Argentina con el reclamo de soberanía vuelve a ser el tema en los diferentes organismos internacionales, no sólo ante el Comité de Descolonización de la ONU. Desde el Estado Nacional se instruyó a las provincias incluir en las aulas el tema no sólo como elemento de Memoria, Verdad y Justicia, sino también como un recurso argumentativo y sujeto de soberanía.
El 10 de diciembre de 2015, con un nuevo gobierno, se da inicio a una nueva política en la gestión de la Cuestión Malvinas. Se establece una retórica que intenta el acercamiento comercial y cooperativo hacia el Reino Unido.
La política exterior por Malvinas desde el regreso de la democracia ha tomado diferentes matices según los gobiernos de turno. Diferentes esquemas se llevaron a cabo optando unos por una política de seducción con acuerdos comerciales y cooperativos, tal como sucediera a partir de 1990/91 tras los acuerdos de Madrid. El enfriamiento de las relaciones con los Isleños llevado adelante por el canciller Giavarini durante el gobierno de De la Rúa. Una activa presencia en los organismos internacionales y la regionalización de la disputa a partir del año 2003, para dar paso a lo mencionado en el párrafo anterior, una vuelta al sistema de acercamiento más propio del estilo de Domingo Cavallo, que el planteado por Di Tella en la segunda etapa menemista. Es decir, acercarse desde el concepto de cooperación comercial con claro objetivo de vincularse a Londres y el aparato financiero internacional.
Existen ejemplos de políticas exitosas que trascendieron gobiernos. La ampliación de las millas marítimas que otorgan mayor capacidad al espació soberano Nacional es el resultado de un trabajo y estudios de décadas que trascendieron diferentes gobiernos. El reconocimiento de nuestros caídos en combate para que dejen de ser “soldado Argentino solo conocido por Dios” es una gestión comenzada por Cristina Fernández y llevada a cabo durante el gobierno de Mauricio Macri.
Un nuevo período en marcha
No será este un 2 de Abril más, es cierto, todos son especiales pero este día entraremos en una larga vigilia camino a los 40 años de la Guerra. Muchas cosas pasaron a lo largo de estos años. Sin dudas la mirada en retrospectiva, para los combatientes, mostrará la nostalgia de pensar en muchos que ya no están, de lo duro que fue el camino del reconocimiento y fortalecerá saber que la conciencia sigue intacta.
Pensar el camino a la conmemoración de los 40 años de la gesta de Malvinas sin dudas requiere de memoria, porque sin memoria no hay futuro. Y al futuro hay que apuntar. La puesta en marcha de un plan a largo plazo en defensa de nuestra soberanía es un deber del Estado Nacional y en tal sentido es preciso trabajar. El establecimiento de bases sólidas que indican un pensamiento de mediano y largo plazo son elementos que se pueden observar a partir de decisiones estratégicas adoptadas durante el 2020, a saber:
- La creación de un Consejo Nacional para asuntos relativos a la Cuestión Malvinas, que convoca a profesionales, políticos de todos los sectores y universidades de todo el país para estudiar acciones diplomáticas.
- La Ley de demarcación territorial, imprescindible para reafirmar el trabajo en materia de soberanía territorial y marítima realizado. Con fallo en 2016 y postergado durante cuatro años.
- La creación del régimen federal pesquero, que también viene a poner fin a una cuestión fundamental: la depredación de nuestros recursos naturales que en 2016 planteó el acuerdo con el Reino Unido. Información de pesca y suelo marítimo en medio de una disputa soberana.
Tres medidas que no solo muestran el compromiso de una gestión con la causa, sino que también van en dirección de lo que demanda el contexto internacional. Es decir, todos los estados buscan cerrar y proteger sus mercados, sus industrias y recursos naturales. La Argentina establece bases para terminar con un aperturismo irresponsable y comienza a ordenar sus prioridades.
Es preciso tener en cuenta que la situación de coyuntura planteada por el Brexit (la salida del Reino Unido de la zona del Euro) pone en jaque un negocio vital para el nivel de ingreso per cápita Malvinense: la pesca. El famoso “acuerdo de Navidad” que excluye a Malvinas y Gibraltar de la protección arancelaria hiere sensiblemente un rubro que tiene como principal socio a España, mediante la cooperativa pesquera de Vigo y comenzará a arancelarse a más del 18%, con lo cual el impuesto y flete estarían haciendo perder rentabilidad al negocio. Pues entonces, son estas medidas que tienden a tener una intervención sobre la economía malvinense, sin agresiones ni juego brusco, respetando las leyes de mercado.
A 39 años del inicio de la Guerra de Malvinas, es preciso desandar el camino al cuadragésimo aniversario con una sólida conducta soberana, protegiendo nuestros recursos con aquellos elementos que nos brindan las leyes internacionales en materia de Defensa, con una conducta diplomática clara, afirmando el concepto que indica a América Latina como una zona de paz y diálogo.
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