Interferometría SAR para el monitoreo remoto de ciudades e infraestructuras críticas
Un equipo de investigadores del Laboratorio de Geociencias de la Universidad de la Defensa Nacional, en colaboración con la Universidad de Buenos Aires, CONICET, y SpaceSUR, está aplicando una técnica satelital avanzada llamada Interferometría SAR (InSAR) para el monitoreo de ciudades y obras de infraestructura. Este método permite detectar deformaciones en el terreno y en infraestructuras con una precisión milimétrica, utilizando imágenes satelitales tomadas en distintos momentos y combinándolas a través de algoritmos especializados.
El objetivo principal de la investigación es validar e integrar la técnica InSAR como una herramienta de monitoreo para áreas urbanas y construcciones críticas, detectando deformaciones que puedan comprometer su estabilidad. Esta técnica se ha aplicado específicamente en los barrios de Nuñez y Belgrano, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, usando imágenes de la misión Sentinel-1, con acceso libre del Programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA).
El estudio se basó en 45 imágenes satelitales en banda C (con una longitud de onda de 6 cm), adquiridas entre julio de 2022 y marzo de 2024, que permiten generar mapas detallados de velocidad de deformación y series temporales de desplazamientos. La técnica PS-InSAR fue clave en este análisis, al explotar puntos específicos llamados Persistent Scatterers (dispersores permanentes), que mantienen una señal coherente a lo largo del tiempo, permitiendo detectar incluso movimientos mínimos.
Los resultados incluyen un mapa detallado de la velocidad de deformación en milímetros por año. En la zona suroeste de los barrios analizados, las deformaciones son mínimas, con movimientos de entre 0 y 10 mm por año, indicando estabilidad. Sin embargo, en el noreste de Belgrano y zonas cercanas a la avenida Leopoldo Lugones y la Línea de Ferrocarril Belgrano, se observó mayor subsidencia (hundimiento) del terreno, lo cual puede estar vinculado a factores como la construcción de nuevas torres y la cercanía al río. Una de las áreas más comprometidas es un polígono de aproximadamente cuatro cuadras en el barrio de Nuñez, donde también se identificaron anomalías de deformación.
A pesar de que las deformaciones detectadas son pequeñas, el equipo de investigación continúa trabajando en validar estos resultados a través de otras técnicas de medición, así como recolectar datos en terreno, como fotografías y estudios adicionales. El proyecto tiene el potencial de convertirse en una herramienta de alerta temprana crucial para gestionar riesgos en grandes centros urbanos.
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