¡Buenos días Malvinas, Bonjour Malouines!
El próximo 2 de agosto el Buque Escuela de la Armada Argentina Fragata «LIBERTAD», hará escala en Saint Malò, mientras está realizando su Viaje de Instrucción N°50, al cumplirse cuarenta años del conflicto por nuestras Islas Malvinas en 1982. A continuación, compartimos un artículo alusivo del Director General de Educación de la Armada Argentina, contraalmirante Marcelo C. Tarapow.
¡Buenos días Malvinas, Bonjour Malouines!
Son varios los hechos sobre los cuales la República Argentina basa sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Paul François Groussac, un notable francés radicado en la República Argentina, publicó en 1936, una magnífica obra titula precisamente “Iles Malouines” en la que detalla la historia de las islas, referencias cronológicas sobre las expediciones y, especialmente, sobre los primeros asentamientos en dicho archipiélago, los cuales fueron indudablemente de origen francés.
Acerca del descubrimiento, si bien, como sucede con otras tierras se sostienen diferentes versiones sobre quién tuvo el privilegio de ser el primero en avistar las Islas Malvinas. Muchos historiadores coinciden en que dicho hecho ocurrió durante las expediciones de Américo de Vespucio en 1502 o en la que fue liderada por el Obispo de Plasencia, en febrero de 1540, cuando se arribó y documentó en mapas con bastante precisión el hallazgo de un grupo de islas hasta entonces desconocidas para la urbe.
En cuanto a la ocupación podemos sostener con documentos, sin dejar el mínimo espacio a ninguna duda, que fueron los franceses los primeros en enviar una expedición con el fin de construir un asentamiento permanente. «Luis Antonio de Bougainville, nacido en París en 1729, diplomático y marino destacado, logró convencer al Duque de Choiseul, Ministro de Guerra y Marina de Luis XV para realizar la colonización de las Malvinas.» [1]
Esta expedición, integrada por la Fragata «L’Aigle» y la Corbeta «Le Sphinx», zarpó del puerto de Saint Malò, al norte de Francia el 8 de septiembre de 1763 y arribó a las Malvinas el 31 de enero del año siguiente.
El mismo Destefani nos cuenta que el 2 de febrero, desembarcaron en una amplia bahía, al noroeste de la Malvina Oriental a la que llamaron Bahía Francesa o del Este, más tarde denominada por los españoles como Bahía Anunciación y como Berkeley Sounds por los ingleses.
A comienzos de marzo construyeron un fuerte y otras edificaciones las que constituyeron los asentamientos de la población francesa inaugurada el 5 de abril bajo el nombre de “Saint Louis”, en honor a su monarca, Luis XV, “El bien amado”, contando con una población estable de 29 colonos provenientes como ya dijimos de Saint Malò.
El 8 de abril de 1764 Bougainville inició su segunda expedición con rumbo a Saint Malò que se convirtió en el puerto de abastecimientos logísticos y donde se embarcarían más colonos voluntarios para ampliar la población de Fuerte Saint Louis con unas 130 nuevas almas quienes arribaron a su nuevo hogar a comienzos de 1765. Ante la carencia de árboles en las islas, Bougainville decidió hacer una corta expedición hacia la Patagonia con este fin prioritario, regresando en marzo.
Luego de una corta estadía, se realizó un nuevo repliegue hacia Saint Malò con el objeto de concretar una tercera expedición, la que finalmente partió de allí en septiembre de 1765. Finalizado el reaprovisionamiento del asentamiento francés, las naves volvieron a realizar un viaje logístico hacia el estrecho de Magallanes entre mayo y junio de 1766, también con el objetivo de llevar madera para la ampliación de las construcciones existentes.
Recién casi un año después de la ocupación y fundación francesa mencionadas precedentemente, el 15 de enero de 1765, una expedición constituida por tres navíos «Dolphin», «Tamar» y «Florida», proveniente de Inglaterra al mando del Comodoro de Marina John Byron, desembarcaron en la isla Malvina occidental, denominando su lugar de desembarco como Puerto Edgmont, en honor al Primer Lord del Almirantazgo y Segundo Conde de Edgmont, tomando posesión bajo el nombre de Falkland Islands, ignorando la presencia que les antecedía de los franceses en la isla vecina.
Más tarde, el Reino de España reclamó ante Francia por la ocupación de las «Iles Malouines”, nombre con que se las conocía en referencia a que el gentilicio de sus primeros colonos y habitantes permanentes era «Malouin/Malouines», masculino y femenino respectivamente, ya que como recordamos, provenían de Saint Malò. Luis XV reconoció en los foros internacionales el derecho español y fueron devueltas, aunque se solicitó una indemnización para Bougainville, quien había solventado con fondos propios la construcción de sus dos buques y gran parte de las tres expediciones.
Podemos coincidir que, en la concepción política de Francia de la época, era preferible que las islas Malouines fueran reconocidas a la soberanía de España, y no que los ingleses establecieran una colonia en esas latitudes y lograran el dominio o proyección, desde allí a otras tierras del Pacífico y del Indico. España asumió el control de Saint Louis y lo luego lo llamó Puerto Soledad.
El reconocimiento de Francia de la soberanía de España sobre este archipiélago es un relevante antecedente dentro del derecho internacional en favor de nuestros derechos sucesorios del Virreinato del Río de la Plata, junto a las bulas papales y lo establecido en el Tratado de Tordesillas (1494).
Por Real Cédula del 4 de octubre de 1766, Puerto Soledad pasó a depender de la Capitanía General de Buenos Aires, designándose gobernador a Don Felipe Ruiz Puente.
Los franceses nos legaron una impresionante variedad de documentos fundacionales y mapas que describen las «Iles Malouines», la mayoría de ellos pertenecen al siglo XVIII y poseen un exquisito detalle de los principales accidentes geográficos. Rafael H. Saiegh realizó una profusa investigación al respecto, llevándolo a indagar varios de los archivos más importantes del mundo, publicando el compendio de sus hallazgos en lo que constituye el libro más completo de los contenidos que documentan la relación entre Francia y las Islas Malvinas.[2]
En el Museo Mitre y gracias al accionar del Gobernador argentino de las Malvinas Luis Vernet[3], existe la placa original colocada en el mástil principal de la fortaleza de Saint Louis, con los nombres de los fundadores y otras ilustraciones, testimonio indiscutible de la temprana colonización francesa, siempre anterior a la invasión inglesa.
Las distintas generaciones de pobladores de Saint Malò se han encargado de mantener viva esta historia, la que perdura hasta nuestros días y que hemos podido cotejar con la población actual.
El próximo 2 de agosto el Buque Escuela de la Armada Argentina Fragata «LIBERTAD”, hará escala en Saint Malò, mientras está realizando su Viaje de Instrucción 50, al cumplirse cuarenta años del conflicto por nuestras Islas Malvinas en 1982.
Marcelo C. Tarapow
Contraalmirante
Director General de Educación
Armada Argentina
Mapa conteniendo los relevamientos hidrográficos franceses de 1764.
Anverso medalla francesa depositada en el interior del obelisco fundacional de Fuerte Saint Louis. Fotografías Gentileza de la Dra Gisela Martínez Casado[4]
Reverso de la medalla francesa depositada en el interior del obelisco fundacional de Fuerte Saint Louis. Fotografías Gentileza de la Dra Gisela Martínez Casado[4]
[1]Destefani, Laurio H., Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, ante el conflicto con Gran Bretaña, pág. 53, Buenos Aires, República Argentina, 1982.
[2]Saiegh, Rafael H., Francia en las Islas Malvinas, EMECÉ, Buenos Aires, República Argentina, páginas 406 2005.
[3]Nota del Autor: Una de sus hijas, nacida en las islas, fue bautizada con el nombre de Malvina.
[4]Nota del Autor: la Dra Gisela Martínez Casado es la autora del libro “Malvinas, nuestro legado francés”, quien ha realizado personalmente una investigación sobre esta el tema en cuestión.
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