Incorporación de software libre y cooperación bibliotecaria: Implementación de Koha en el Sistema de Bibliotecas UNDEF

Lic. O. Silvia Saura[1]

 

 

Introducción

En el contexto actual de modernización de las bibliotecas universitarias, la adopción de sistemas de gestión es fundamental, ya que no solo potencian las operaciones internas, sino que también mejoran la accesibilidad y la calidad del servicio para los usuarios.

La automatización permite definir y planificar los procesos y actividades en las bibliotecas, convirtiéndose en la base fundamental para el desarrollo de software especializado orientado a los servicios. Esto facilita la normalización y materialización de los procesos en un entorno informático. Las unidades de información, como centros clave del conocimiento, deben proporcionar a su comunidad de usuarios los recursos y servicios de la más alta calidad. Para lograr esto, es esencial utilizar herramientas tecnológicas avanzadas. Aunque el alto costo y los compromisos económicos asociados con la adquisición de software de automatización pueden ser una barrera, el software libre emerge como una alternativa eficaz y accesible. Cada vez más, el software libre se destaca por su calidad, funcionalidad y reconocimiento, brindando un valioso aporte al ámbito bibliotecario.

El Sistema de Bibliotecas UNDEF, comprometido con la mejora continua de sus servicios, decidió implementar Koha, un sistema integrado de gestión bibliotecaria de código abierto.

 

Contexto institucional

 La Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), fue creada en 2014 con el objetivo de proporcionar una formación académica especializada en el ámbito de la defensa nacional. Esta institución surgió para satisfacer la necesidad de una capacitación integral y especializada para los profesionales dedicados a la defensa del país. La UNDEF se enfoca en la formación de líderes y expertos en estrategia y gestión de la defensa nacional, integrando conocimientos teóricos y prácticos para abordar los desafíos contemporáneos en este campo.

A través de su oferta académica, que incluye programas de grado y posgrado, la universidad contribuye significativamente a la investigación y al análisis crítico de las políticas y estrategias de defensa, apoyando el fortalecimiento de las capacidades nacionales en el ámbito de la defensa.

Su papel en la modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas es un testimonio de su impacto en el fortalecimiento del sistema de defensa nacional en Argentina.

 

Ámbito bibliotecario institucional

 Las bibliotecas de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF) desempeñan un rol fundamental en la promoción del aprendizaje, la innovación y la investigación dentro de la institución. Estas bibliotecas están diseñadas para ofrecer un entorno académico que facilite el acceso a una vasta colección de recursos especializados y actualizados en el ámbito de la defensa nacional. Su infraestructura tecnológica y sus bases de datos especializadas proporcionan a estudiantes e investigadores herramientas fundamentales para el desarrollo de sus investigaciones y proyectos innovadores. Además, las bibliotecas implementan programas formativos y talleres orientados a maximizar el uso de estas herramientas y recursos, fomentando las competencias necesarias para la gestión de la información y la investigación.

Asimismo, cumplen un papel esencial en la formación académica, el desarrollo de investigaciones y la promoción de la innovación dentro del ámbito de la defensa nacional. A través de su estructura y organización, estas bibliotecas están diseñadas para ofrecer acceso a un vasto acervo de recursos especializados que abarcan temáticas estratégicas clave, como geopolítica, historia militar, gestión de crisis, estrategia y tecnología de defensa, entre otros. Estos recursos incluyen no solo libros y publicaciones académicas, sino también bases de datos digitales, revistas especializadas, informes de investigación, tesis doctorales y documentos técnicos relevantes, que permiten a los estudiantes y académicos acceder a información precisa y actualizada.

La infraestructura tecnológica de las bibliotecas de la UNDEF se encuentra al servicio de los usuarios, facilitando la consulta de fuentes mediante catálogos en línea, repositorios institucionales y sistemas de gestión bibliotecaria como Koha, que optimizan la administración y el acceso a los materiales. Este sistema, que integra tanto recursos físicos como digitales, permite una búsqueda más eficiente y efectiva, promoviendo la accesibilidad y el intercambio de información. Además, las bibliotecas cuentan con equipos y espacios para el trabajo colaborativo, que fomentan el desarrollo de investigaciones conjuntas y el diálogo académico.

Uno de los aspectos más destacados de estas bibliotecas es su enfoque en la formación de usuarios. A través de programas formativos, talleres y asesorías personalizadas, los bibliotecarios capacitan a estudiantes, docentes e investigadores en el uso avanzado de las herramientas y recursos disponibles. Estos programas buscan fortalecer habilidades críticas, como la gestión de información, la búsqueda eficiente en bases de datos especializadas y la correcta citación de fuentes académicas. De este modo, las bibliotecas no solo se limitan a ser depositarias de conocimiento, sino que actúan como centros de desarrollo de competencias investigativas avanzadas.

Estas están comprometidas con el desarrollo y la preservación del conocimiento en el ámbito de la defensa. Por ello, no solo brindan acceso a recursos actuales, sino que también se encargan de conservar documentos históricos y patrimoniales que reflejan la evolución de la defensa nacional en Argentina. Estas colecciones especiales resultan fundamentales para el estudio de la historia militar y el análisis estratégico en contextos contemporáneos.

El sistema de bibliotecas UNDEF está conformado por las unidades de información de las sedes educativas universitarias que conforman la Universidad, y amplío su oferta a aquellas bibliotecas de las Fuerzas Armadas que voluntariamente deseen adherirse para contribuir al desarrollo de la investigación, la formación, la transferencia del conocimiento y la divulgación cultural, contribuyendo así al desarrollo académico y revalorizando la Defensa como una dimensión sustantiva de la estrategia de desarrollo nacional.

En conjunto, las bibliotecas de la UNDEF se posicionan como aliadas estratégicas del desarrollo intelectual y profesional de su comunidad universitaria. A través de la implementación de tecnologías innovadoras, la oferta de recursos especializados y la promoción de competencias investigativas, contribuyen de manera significativa al avance del conocimiento en el campo de la defensa nacional y a la consolidación de la UNDEF como una institución académica de referencia en el ámbito de la defensa en nuestro país.

 

Especificaciones técnicas del Sistema Koha

Koha es un sistema integrado de gestión de bibliotecas, el primero de código fuente abierto, liberado bajo la GNU General Public License. Koha fue creado en 1999 por Katipo Communications para la Horowhenua Library Trust en Nueva Zelanda. La primera instalación se logró en enero del 2000. Koha proviene del maorí, y quiere decir ‘obsequio’ o ‘donación’.

El término “Koha2, de origen maorí, se traduce como “obsequio” o “donación”, lo que simboliza su carácter abierto y accesible para la comunidad bibliotecaria global. Esta denominación destaca su naturaleza como software de código abierto, cuyo propósito es fomentar la cooperación entre instituciones y facilitar la adopción de tecnologías avanzadas sin las barreras económicas típicas de las soluciones comerciales.

Koha es reconocido por su arquitectura robusta y flexible, diseñada para satisfacer las necesidades de bibliotecas de diversos tamaños y complejidades. Basado en una arquitectura cliente-servidor, Koha utiliza una base de datos SQL, comúnmente MySQL, y opera en un servidor web Apache, con un núcleo programado en Perl.

Esta configuración técnica no solo permite una alta escalabilidad y personalización, sino que también garantiza un rendimiento confiable y eficiente, adecuado para un entorno universitario dinámico. Una de las características más destacadas de Koha es su interfaz web intuitiva, accesible tanto para los bibliotecarios como para los usuarios. La personalización de la interfaz permite que las bibliotecas adapten el sistema a sus necesidades específicas, optimizando así la experiencia del usuario y facilitando el acceso a los recursos.

Al mismo tiempo, Koha soporta una variedad de funciones clave como la gestión de adquisiciones, catalogación, circulación, control de publicaciones periódicas y gestión de usuarios.  Además de disponer de todos esos módulos interconectados entre sí permite la trazabilidad de cada proceso y las funciones necesarias para la gestión y servicios adecuados a la biblioteca

 

Proceso de Implementación en el Sistema de Bibliotecas UNDEF

El proceso de implementación de Koha en el Sistema de Bibliotecas Undef fue un esfuerzo cuidadosamente planificado y ejecutado para garantizar una transición desde los distintos sistemas y o bases de datos de las bibliotecas adherentes. Inicialmente, se realizó una evaluación exhaustiva de las necesidades del sistema bibliotecario, que incluyó consultas con el personal bibliotecario y los usuarios, así como un análisis comparativo de varios sistemas integrados de gestión bibliotecaria. Koha fue seleccionado debido a su flexibilidad, su modelo de código abierto que elimina los costos de licencia, y su fuerte respaldo comunitario que asegura un desarrollo continuo y un soporte robusto. Además, la gratuidad del sistema Koha representa una ventaja característica, ya que permite a la institución evitar la dependencia de soluciones propietarias costosas y restrictivas. Al optar por Koha, el Sistema de Bibliotecas UNDEF se libera de las limitaciones impuestas por los sistemas comerciales, ganando autonomía en la personalización y gestión de su plataforma bibliotecaria

La fase de migración de datos fue particularmente crítica, ya que implicaba la transferencia de una gran cantidad de registros bibliográficos, datos de usuarios y registros de circulación al nuevo sistema. Para llevar a cabo esta migración sin pérdida de datos ni interrupciones significativas en el servicio, se emplearon herramientas de migración especializadas y scripts personalizados. El proceso incluyó múltiples etapas de validación para garantizar la integridad y la precisión de los datos migrados. Una vez completadas las migraciones, el siguiente paso fue la configuración del sistema Koha para alinearse con las políticas y procedimientos del Sistema de Bibliotecas UNDEF. Este proceso no solo implicó ajustes técnicos, sino también la adaptación del sistema a las necesidades específicas de cada biblioteca, como la configuración de los parámetros de circulación y la personalización del Catálogo Público de Acceso en Línea (OPAC) para mejorar la experiencia de todos los usuarios.

La formación del personal fue un componente esencial del proceso de implementación. Se elaboró un programa de capacitación exhaustivo, que abarcó desde los aspectos fundamentales del funcionamiento del sistema hasta la resolución avanzada de problemas y la gestión integral de Koha. Este enfoque sistemático garantizó que el personal bibliotecario adquiriera una competencia completa en el uso del sistema, capacitando a los usuarios no solo para operar eficazmente la plataforma, sino también para gestionar su administración y resolver con eficacia cualquier desafío técnico que pudiera surgir.

Finalmente, antes del lanzamiento oficial, se realizaron pruebas exhaustivas para identificar posibles problemas técnicos o de usabilidad. Estas pruebas incluyeron tanto pruebas de carga, para evaluar el rendimiento del sistema bajo diferentes condiciones de uso, como pruebas de usuario para asegurar una experiencia fluida e intuitiva. Tras un lanzamiento escalonado y la resolución de algunos problemas menores iniciales, Koha se estableció como el sistema de gestión bibliotecaria del Sistema de Bibliotecas UNDEF, con un equipo de soporte dedicado para proporcionar asistencia técnica continua tanto para la parte tecnológica, como bibliotecaria e institucional.

 

Ventajas

La implementación de Koha ha traído numerosas ventajas no solo para los usuarios, sino también para los miembros del sistema bibliotecario, mejorando tanto la eficiencia operativa como la calidad del trabajo del personal. Al permitir un alto grado de automatización en procesos cotidianos, Koha ha reducido significativamente la carga de trabajo manual. Por ejemplo, las funcionalidades automatizadas como las alertas de vencimiento de préstamos y la renovación automática de materiales han minimizado la necesidad de intervención manual, permitiendo al personal enfocarse en tareas más estratégicas, como el desarrollo de colecciones y la atención personalizada a los usuarios.

Además, Koha ofrece herramientas avanzadas de generación de reportes y análisis de datos, proporcionando a los bibliotecarios y administradores información en tiempo real sobre el uso de la biblioteca, las tendencias de préstamos y las estadísticas de usuarios. Esta capacidad de análisis permite una toma de decisiones más informada y estratégica, facilitando la gestión eficiente de los recursos y servicios de la biblioteca.

Desde una perspectiva de desarrollo profesional, la implementación de Koha también ha representado una oportunidad para que el personal adquiera nuevas habilidades en tecnología de la información y gestión bibliotecaria. La capacitación continua y el aprendizaje sobre el sistema han enriquecido el perfil profesional del personal, preparándolos mejor para afrontar los desafíos del entorno bibliotecario contemporáneo.

Para los usuarios Koha ha mejorado significativamente la accesibilidad y la usabilidad, gracias a su interfaz intuitiva y su OPAC accesible desde cualquier dispositivo con conexión a internet, los usuarios pueden acceder fácilmente a los recursos de la biblioteca, realizar búsquedas avanzadas y gestionar sus propias cuentas, lo que incluye renovar préstamos y reservar materiales. Esta autonomía y flexibilidad han mejorado notablemente la experiencia del usuario, fomentando un uso más frecuente y efectivo de los recursos de la biblioteca.

Además, la integración de recursos electrónicos, dentro del sistema Koha ha ampliado el acceso a materiales de investigación y aprendizaje, apoyando así los objetivos académicos de los estudiantes y la comunidad académica.  Esta capacidad de integrar recursos digitales también facilita el descubrimiento de materiales relevantes, mejorando la eficiencia de la investigación y el aprendizaje en un entorno académico.

 Conclusión

Hasta el momento, el Sistema de Bibliotecas UNDEF ha logrado integrar exitosamente a 21 bibliotecas en el sistema Koha, desde su creación en el año 2022, demostrando su capacidad para unificar y optimizar la gestión bibliotecaria en un entorno universitario diverso.

Esta implementación ha facilitado una administración más eficiente de los recursos y ha mejorado el acceso a la información para estudiantes, profesores e investigadores. Se espera que, a medida que más bibliotecas se sumen al uso de Koha, la repercusión positiva del sistema se amplíe aún más, consolidándolo como una solución integral que no solo moderniza las operaciones bibliotecarias, sino que también promueva la colaboración y el intercambio de conocimientos entre las diferentes unidades académicas.

Con su enfoque flexible y de código abierto, Koha se presenta como una herramienta ideal para afrontar los desafíos diarios y continuar impulsando la innovación en la gestión de bibliotecas universitarias. Las ventajas obtenidas destacan la capacidad de Koha para adaptarse a las necesidades cambiantes de bibliotecas dinámicas y su potencial para seguir evolucionando en apoyo a la misión académica y científica de la Universidad de la Defensa Nacional.

La experiencia del Sistema de Bibliotecas UNDEF y Koha subraya la importancia de una planificación meticulosa y un enfoque centrado en el usuario para la implementación exitosa de sistemas tecnológicos en el ámbito bibliotecario.

 Bibliografía

Aguirre Carrión, L.; Vera Estrada V.: Mendoza Loor J.; Beltrán Salas W.; Mantuano Casual, M. (2022). Análisis del uso de un Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria: implementación del sistema Koha para administración de bibliotecas https://revista.gnerando.org/revista/index.php/RCMG/article/view/37/36

Arriola Navarrete, Ó., Tecuatl Quechol, G., & González Herrera, G. (2010). Evaluación del SIGB Koha: Ventajas, desventajas y requerimientos. http://rev-ib.unam.mx/ib/index.php/ib/article/view/27480/25468

Fernández Alfaro, L., Márquez Pérez, A.: Chamorro Rodríguez, R. (2018). Implementación de Koha en la Biblioteca de la Universidad de Cádiz. El Profesional de La Información, 27(4), 928–936. https://revista.profesionaldelainformacion.com/index.php/EPI/article/view/epi.2018.jul.21/40594

Flores. A. (2007) Una aproximación a la sociedad de la información y del conocimiento. Revista Mexicana de Orientación Educativa. https://pepsic.bvsalud.org/pdf/remo/v5n11/v5n11a04.pdf

Fushimi, M. (2023). Proyecto SIGB-Koha para Bibliotecas UNLP. Informe 2023 y propuesta para 2024 (etapa 3)    https://bibliotecas.unlp.edu.ar/wp-content/uploads/2024/02/ProyectoSIGB-Koha-InformeEtapa2yPropuestaEtapa3.pdf

Manzano-Garcí­a, Marí­a-Isabel (2015). Adaptación de KOHA a una biblioteca universitaria. Planeta biblioteca, https://universoabierto.org/2016/01/11/adpatacion-de-koha-a-una-biblioteca-universitaria-planeta-biblioteca-20150204/.

Rodriguez Herrera, A; García-Herrera D.; Luis Bolívar, G; Erazo-Álvarez, J. Koha como Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria en la Educación Superior https://fundacionkoinonia.com.ve/ojs/index.php/revistakoinonia/article/view/1043/pdf

[1] Responsable de la biblioteca de la Escuela de Ciencias del Mar (UNDEF), coordinadora de la biblioteca de la Facultad de Defensa Nacional (UNDEF).

Un puente hacia la propia voz

Martín Bertone[1]

 

 

Introducción

 

Durante todo 2017, tuve el gusto de coordinar un taller de escritura creativa abierto a la comunidad, propuesto por la Secretaría de Extensión del Rectorado de la UNDEF. La materia prima es un texto original y la herramienta principal con la que se trabaja es la palabra. Por economía verbal o imprecisión, muchos cursos de este tipo se llaman talleres literarios; otros, talleres de escritura. En el primer caso, se cae en una ambigüedad; en el segundo, se brinda información incompleta. El nombre del curso debe ser claro, para que quienes asisten sepan con qué se van a encontrar.

Creo que la mejor manera de aprender a escribir es en un taller, rodeado de participantes con inquietudes similares, donde el docente funcione como un orientador y aproveche los saberes preexistentes. De esa manera, la dinámica que se genera en el curso permite aumentar la eficacia de lo aprendido. La idea no es dar una única respuesta a los problemas planteados, sino socializar las dudas y permitir aportes de los demás participantes para, en el mejor de los casos, alcanzar una solución o mejora colectiva.

Considero que los alumnos deben tener en claro que las correcciones, sugerencias y lecturas complementarias que propongo tras leer o escuchar uno de sus textos vienen de un lugar, de una experiencia de lectura y de escritura (que es tan válida como cualquier otra) y que no son caprichosas. A pesar de mis preferencias –que no oculto–, mi función como docente no es llevar a los alumnos hacia un estilo que sea de mi agrado, sino orientarlos en el camino hacia su propia voz.

 

  • Objetivos

 

El camino hacia la propia voz, como cualquier aprendizaje, es un proceso que varía según la persona. En ese proceso, tienen mucho que ver los conocimientos previos, las expectativas y el compromiso con la dinámica del taller. El grupo estuvo constituido por gente de diferentes procedencias y edades, lo que redundó en un intercambio provechoso por la diversidad de enfoques: dos periodistas, una camarógrafa y editora de video, una estudiante de Trabajo social, una estudiante de Traductorado Público de Inglés, una cineasta, un fotógrafo fugaz, una licenciada en Marketing, una profesora de Latín y Literatura, una estudiante de Letras, un veterinario, una licenciada en Publicidad, una delegada sindical. Varios de ellos son docentes (en todos los niveles) y los periodistas –una mujer y un hombre­– conducen cada uno su programa de radio. Previsiblemente, este abanico de formaciones planteó diferentes expectativas respecto del taller.

 

“Poder escribir es un desafío personal, siempre tuve más relación con la lectura que con la escritura” (Aldana, 25 años[1]).

“El día a día provoca, desde hace demasiado tiempo, que relegue la escritura por placer en beneficio de la lectura” (Flavia, 41 años).

 

En ambos casos, la escritura es relegada por la lectura a un segundo plano. No es casualidad: si bien leer implica un esfuerzo de atención del lector, que varía según la complejidad del texto, la iluminación o el cansancio, el esfuerzo al escribir suele ser mayor. En un texto ajeno, la historia –por llamarla de alguna manera– ya está ahí, mientras que el texto propio, salvo casos de reutilizaciones literales, debe ser producido. De todas formas, la lectura es la contracara inevitable de la escritura: cuanto más leamos, mejor vamos a escribir.

 

“Las traducciones jurídicas suelen ser rígidas y estructuradas, y me interesó asistir al taller para practicar escritura y salir un poco de esa rigidez a la que estoy acostumbrada. Además, escribir en español me sirve para practicar el idioma y cuestiones de estilo y puntuación, que también sirven para mi futura vida profesional [como traductora pública]” (Mariela, 37 años).

 

En este caso, se plantea la cuestión de la rigidez de los textos técnico-jurídicos o formales, así como otra que está íntimamente ligada a ellos: su traducción. Debido a sus consecuencias administrativas y jurídicas, una traducción pública debe producir un texto con términos precisos, aunque no para obtener el mot juste al que aspiraba Flaubert[2], sino para cumplir su función principal: la fiabilidad. En España, los traductores públicos se llaman traductores jurados, en Francia assermentés y en los países anglosajones sworn: se trata de profesionales sujetos a pautas estrictas de desempeño profesional y que se comprometen con la precisión y fidelidad respecto del texto de origen. En este sentido, la traducción pública es lo opuesto a la traducción literaria: el margen para la creatividad es mínimo. Si se la permitiesen, y ello trajese consecuencias negativas para terceros, podría acarrear sanciones disciplinarias[3]. En cambio, sus colegas literarios pueden moverse con libertad. The catcher in the rye, de J.D. Salinger, cuenta con dos traducciones ya clásicas: una española (El guardián entre el centeno) y otra argentina, hecha por Borges (El cazador oculto)[4]. La idea de precisión subsiste, pero está vinculada a preferencias estéticas y, por ende, al gusto de quien reescribe.

El comentario anterior menciona también el estilo y la puntuación. El estilo es la voz, y cada voz es única. Las voces pueden imitarse, como ocurre con los estilos. Ese procedimiento se llama pastiche y, a menos que se utilice con fines humorísticos, no es ni más ni menos que un plagio y creo que no debe alentarse. La meta del taller es que cada participante consiga expresar lo que tiene en mente de la forma más clara posible y con sus propias palabras. La cuestión de la puntuación tiene dos aristas: la correcta y la “de autor”. Considero que debe dominarse el uso correcto (puntos, comas, comillas, guiones, signos de exclamación o de pregunta, etc.) antes de intentar formas menos ortodoxas. Para utilizar comas seguidas de mayúsculas en diálogos[5], prescindir de mayúsculas al comenzar las oraciones[6] o jugarle una  pulseada al corrector de una editorial[7] y salir airoso, hay que ser Saramago, Bukowski o Cortázar.

 

“Llevo 25 años de docencia secundaria y hace muchos años que no escribo. Para mí, la posibilidad de acercarme al taller es siempre enriquecedora porque me permite pensar en la tarea de escribir, darme cuenta de lo difícil que resulta ser entendido o comunicar con claridad y, desde el grupo, me ayuda a saber de qué manera se puede colaborar para mejorar el trabajo propio y de los otros” (Rita, 49 años).

 

La claridad es una meta que nunca debemos perder de vista. En principio –siempre hay excepciones– hablamos o escribimos para ser entendidos. Eso no significa que nuestro objetivo se cumpla automáticamente. La comprensión depende tanto del emisor como del receptor. Quien toma la iniciativa de comunicar es responsable de la inteligibilidad de su mensaje. Cuando Ernest Hemingway era un joven periodista del Kansas City Star, tenía bajo el vidrio de su escritorio un papelito que su jefe de redacción les había puesto a todos los que trabajaban allí: Escriba con frases cortas y concisas. No se haga el artista[8]. Este consejo puede parecernos chocante, pero es muy efectivo. Adoptar una pose de “artista” o de “intelectual” no sólo dificulta el entendimiento, sino que puede generar aburrimiento, fastidio e incluso ser un pasaje de ida al reino de la ridiculez. Hay escritores cuya prosa fue irremediablemente barroca, como la de Alejo Carpentier, pero no hay duda de que sus estilos fueron auténticos.

 

“En esta etapa de mi vida, sentí que debía reactivar mi lado creativo y la escritura es algo me gusta hacer desde que estaba en el colegio. Por mis distintas disciplinas, el hecho de escribir siempre estuvo latente. Solía escribir guiones en la facultad, pero, más allá del formato, notaba que mis ideas para crear una historia tenían demasiada descripción. Y es por eso que sentí la necesidad de entrar en un taller como éste, para poder seguir desarrollando un estilo propio” (Agustina, 35 años).

 

Esta reflexión inicial apunta a la creatividad y a la extensión de los textos producidos. Más allá del formato o, si se quiere, del género, la forma de abordar una historia abre muchas posibilidades. Borges relató un mundo en poco más de 5000 palabras[9], mientras que Tolkien lo hizo en 3 libros (el último de ellos de 3 tomos)[10]; Umberto Eco dedicó varias páginas a describir una biblioteca medieval en El nombre de la rosa, mientras que Kafka pudo pintarnos el mundo absurdamente cruel de Ante la ley en una página y media. No hay consenso sobre cuál de ellos es mejor, y es bueno que así sea: sus estilos difieren tanto uno de otro que ese debate es un ejercicio estéril. Por suerte, podemos enriquecernos leyendo a todos ellos.

 

“Cuando me enteré de que en la UNDEF se haría un taller de escritura, me alegré mucho y rápidamente me inscribí. Lo cierto es que hacía tiempo que no formaba parte de un grupo y tenía la necesidad de superar mis bloqueos a la hora de escribir, y eso que lo hice desde muy pequeño y luego como profesional” (Facundo, 29 años).

 

El bloqueo es el principal desafío que encuentra quien se enfrenta a una página en blanco o, como dijo alguna vez Abelardo Castillo, a un cursor titilando. Esta sequía de palabras puede tener diferentes razones: excesivo perfeccionismo, miedo a no ser original, “vértigo” ante la primera frase, temor a hacer el ridículo, mala administración del tiempo que se vuelve parálisis. Pero también puede tener otras causas:

Si bien estoy enamorada de la carrera que elegí [Letras], ese bagaje de conocimientos y teorías inserto en mi cabeza puede funcionar como un bloqueo a la hora de sentarme a escribir. Es el patovica que en la puerta de los boliches dice quién entra y quién no. El problema no es la página en blanco o el miedo al gusto ajeno… El problema es la presión, la falta de juego, la ausencia de la libertad que la dimensión lúdica en un proceso creativo tiene. Es casi emocional (Andrea, 28 años).

Aquí se alude a la falta de libertad y de juego, dos características fundamentales que un taller de estas características debe tener para que funcione. Suelo repetir una premisa en la que creo fervientemente: esta experiencia tiene que ser algo grato, no una carga.

 

  • Metodología

 

Hay muchos decálogos y consejos para escribir, como el ya canónico de Horacio Quiroga[11] o las Mínimas de Abelardo Castillo[12]. Si fuera tan sencillo, bastaría con darles a los alumnos las sugerencias de los maestros, fácilmente conseguibles en Internet, y esperar los resultados una semana más tarde. Como afirmó Umberto Eco, “Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones”[13].

Creo que es sirve más analizar la explicación de un escritor sobre los mecanismos de escritura de sus textos, como la de Cortázar y su Continuidad de los parques[14], la de Borges y su El otro duelo[15] o el desglose que hizo Edgar Allan Poe de su poema The raven[16]. En el caso de los consejos, se trata de advertencias que preparan el terreno antes de empezar a redactar; los análisis de textos versan sobre hechos consumados, desde un lugar de superioridad.

La forma de poner en marcha la creatividad es dándole a los talleristas disparadores de escritura. Deben ser propuestas lo suficientemente amplias –y, por qué no, ambiguas– como para no frenar los impulsos de los participantes. Si bien, en la gran mayoría de los casos, los alumnos eligieron expresarse en prosa, nunca se fijaron limitaciones de género, ya que la propia voz no sólo aparece en el estilo. Tampoco se establecieron límites a la extensión de los textos. El sentido común y el mismo grupo funcionaron como autorregulación del tiempo de lectura de cada uno.

La primera clase, les explicité las dos directrices que, a mi entender, resumen lo que espero de un texto: 1) sean claros y 2) cuéntenme una historia. Como ejercicio introductorio, para trabajar la claridad, les leí el brevísimo capítulo 68 de Rayuela, de Cortázar. Este párrafo tiene la particularidad de estar escrito en glíglico, un idioma inventado por él, que no impide la comprensión:

 

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balpamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

 

Pasada la sorpresa inicial del grupo, les pedí que “tradujeran” el capítulo al castellano. Previsiblemente, cada participante produjo una versión diferente, entre las que predominaron las interpretaciones sexuales. A título de ejemplo, transcribo la versión de Mariela:

 

Apenas él le acariciaba el cuerpo, a ella se le detenía el corazón y caían en abrazos, en salvajes besos, en suspiros exasperantes. Cada vez que el procuraba acariciarle las mejillas, se enredaba en su gemido quejumbroso y tenía que contenerse de cara a su cuerpo, sintiendo como poco a poco  las mariposas volaban, se iban despertando, revoloteando, hasta quedar tendido como las rosas del edén al que se le han dejado caer unos pétalos de pana. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se acomodaba el cabello, consintiendo en que el aproximara suavemente sus labios. Apenas se encontraban, algo como un temporal los acechaba, los mojaba y sacudía, de pronto era el ciclón, la estridente música de las aguas, la fortísima sensación del viento, los destellos del relámpago en una oscura mañana. ¡Amor! ¡Amor! Suspendidos en la cresta del encuentro, se sentían convulsionar, sedientos y extenuados. Temblaba el firmamento, se vencían las almas, y todo se resumía en un profundo suspiro, en dobleces de finas gasas, en caricias casi crueles que los dominaban hasta el límite de las entrañas.

 

En esta primera actividad, se condensaron las dos directrices y el aspecto lúdico del taller. Además, sirvió como diagnóstico de la soltura de cada tallerista para desentrañar el sentido oculto o, mejor aún, para darle (¿devolverle?) sentido a un texto ya escrito. Ya estaban listos para producir un texto.

 

  1. El espacio áulico

 

Las clases comenzaron a dictarse en un aula de la Facultad de Defensa Nacional (FADENA), que comparte edificio con el Rectorado de la Universidad. Como la acústica no era buena, nos mudamos a la sala de lectura de la biblioteca de la FADENA, que nos proporcionó un ambiente más silencioso, rodeado de libros. El hecho de estar sentados alrededor de una mesa (en realidad, dos mesas que juntamos), nos permitió una mayor comodidad y favoreció la dinámica del grupo –ahora, todos se escuchaban con claridad–, lo que derivó rápidamente en una mayor interacción que enriqueció a todos.

Poco antes de la mudanza, tuve que presentar un libro de otra unidad académica en la Feria del Libro de Buenos Aires. Le propuse al grupo que viniera a la presentación y darles la clase allí, justo después. La idea fue bien recibida, así que el encuentro se desarrolló en el bar del stand de La Nación, muy cercano al de las editoriales universitarias. En esa ocasión, la clase se planteó como una clase abierta, es decir que se aprovechó el espacio abierto y la circulación de personas para invitarlas a participar.

Fue así que se sumaron tres personas que pasaban por allí. No sólo se les permitió escuchar, sino que se los alentó a dar su opinión, aunque no hubieran escrito nada. Uno de ellos, Julián, se sumó al grupo del taller dos semanas más tarde, y nos acompañó casi hasta fin de año.

 

 

 

 

Encuentro semanal en

la biblioteca de FADENA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Clase abierta en la 43a

Feria Internacional

del Libro de Buenos Aires

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. Las consignas semanales

 

Siempre se trató de excusas para escribir. Por esa razón, se les planteó desde el principio que eran optativas: si no se les ocurría nada vinculado con la consigna, se los alentó a traer cualquier texto que les saliera, incluso a reflotar textos viejos. A su vez, las propuestas eran lo suficientemente abarcativas como para permitir su libre interpretación y no detener a aquellos con un impulso de escritura incipiente. A título de ejemplo, algunas de ellas: los primeros síntomas, un cuento de fantasmas, soy leyenda, ellos y nosotros, fin de fiesta.

En ciertos casos, la idea era sacar a los talleristas de su zona de confort –la autorreferencia–, como ocurrió con la consigna “Probé carne de minion”. Este disparador planteó varios desafíos según los perfiles: Agustina (35 años) es vegetariana, Flavia (41 años) es periodista y tenía una tendencia a escribir sobre cosas que (le) sucedieron y  Julián (60 años) no sabía qué era un minion. Como era de esperar, los resultados fueron variados. Un texto que rescato por su originalidad es el de Andrea (28 años), a quien le bastó media página para presentar un cuento redondo e incómodo: la confesión, en primera persona, de un pedófilo recién llegado a la cárcel.

Otro objetivo fue demostrar que cualquier tema es bueno para escribir. Por ese motivo, le propuse una vez al grupo la consigna “Tema: la vaca”, frase hecha que forma parte de nuestra cultura popular. Superado el escepticismo reflejo, aceptaron el juego. Volvieron a la semana siguiente con textos que mostraron diferentes enfoques: la espiritualidad en la India (tono serio), el monólogo interior de una vaca que ignora que está en el matadero (tono humorístico), la venganza colectiva de un grupo de presos, cuya “vaca” fue robada por otro, que escapó de la cárcel (uso de la polisemia).

 

  1. Corrección y puesta en común

 

Cada tallerista leyó su texto en voz alta frente a sus compañeros. Para poder corregir la ortografía, sintaxis y puntuación de los relatos en tiempo real, les pedí que trajeran una copia para mí. La segunda etapa fue la puesta en común de los errores o ripio del texto y someterlos a la opinión de los demás. Mi función fue entonces moderar los aportes del grupo, porque el objetivo era aprovechar las diferentes opiniones, “medir” el texto ante un público reducido e involucrado y potenciar, con el intercambio, su eficacia narrativa. Con mi orientación, los participantes evaluaron formas de comunicar mediante la detección de ciertos elementos rectores:

¿HAY UNA HISTORIA? (ANÉCDOTA),

¿SE ENTIENDE LO QUE X ESTÁ CONTANDO? (CLARIDAD),

¿SOBRAN PALABRAS EN ESTA FRASE/PÁRRAFO? (ECONOMÍA VERBAL).

 

También se reflexionó sobre el remate de los textos o los títulos elegidos, y se sugirieron alternativas cuando la lógica interna del relato las necesitaba. Salvo los errores evidentes de ortografía, sintaxis y puntuación, las discrepancias en las devoluciones fueron siempre bienvenidas. Cada voz es única y no debe discutirse, porque creo que no hay una mejor que otra, sino diferentes capacidades expresivas. Por esa razón, todo cambio —se aclaró desde el principio— fue siempre una sugerencia, que podía ser aceptada o no por los autores.  En muchas ocasiones, los relatos presentados se relacionaban con otros de escritores consagrados o se favoreció un análisis más profundo mediante la lectura de textos teóricos complementarios. Las dos horas de cada encuentro solían ser insuficientes para abordar todo el material que podía generar cada lectura grupal. Este fue el uno de los motivos por el que se creó un grupo cerrado del taller en Facebook.

 

  1. La modalidad virtual

 

El grupo cerrado permitió completar las ideas propuestas en cada clase. Por ejemplo, en el segundo encuentro, uno de los participantes manifestó que solía escribir poesía, pero que asistía al taller para ver si podía empezar a escribir prosa. Enseguida, una compañera suya preguntó cuál era la diferencia entre ambos géneros. Inmediatamente, pensé en “Verso y prosa”, capítulo de El arco y la lira, un ensayo de Octavio Paz que explora el fenómeno poético. Al día siguiente, subí el texto al grupo, para que estuviera a disposición de todos.  También subí notas periodísticas sobre autores o lanzamientos de libros, videos con entrevistas a escritores y memes vinculados a la literatura. En una ocasión, después de reflexionar sobre la necesidad de corrección de los textos, les recomendé la película Pasión por las letras (Genius, 2016), con Colin Firth y Jude Law, que había visto en Netflix. La película narra la turbulenta –y productiva– relación entre el escritor Thomas Wolfe y Max Perkins, su editor. Subí al grupo el trailer de la película y el debate iniciado en clase siguió en los comentarios a mi posteo. Con los días, el intercambio no se limitó a responder a material que yo subía, sino que los talleristas empezaron a compartir sus lecturas, textos que les parecían interesantes o sus dudas respecto de las consignas. Ese fue el caso de Gisela (36 años):

 

Hola a todos.

Aprovechando que tengo que escribir, y que ya estoy en la instancia «Ansiedades de una hoja en blanco y 400 borradores tachados», abro la nueva sección,

#TipsDeViernesLiterarios

Les planteo mi situación actual:

«Tengo que escribir mientras sumerjo la mirada en un rincón lleno de pelos acumulados de mi gato.
También suelo escuchar el mínimo crujir del placard -creo que le falta WD-40, me dije a mi misma- y sigo sin hilvanar tres palabras.
No se me ocurre nada,
Atte.
¡Soy un desastre!»

Llamo a las preguntas:

  1. ¿Escuchan música cuando escriben? ¿Qué tipo? ¿Les ayuda?
  2. ¡Por Dior…! (en alusión a la creadora de la frase)
    ¿Alguna técnica para mejorar la concentración?

 

La otra función del grupo cerrado de Facebook fue darles a los ausentes la consigna o permitirles subir su texto al grupo si no podían asistir a la clase siguiente. Yo corregía sus producciones y las volvía a postear para que el grupo lo pudiera ver, remedando el acto de escucha colectivo. Este espacio fue útil para Bianca (29 años), que se mudó a Bariloche cuando promediaba el segundo módulo. De esta manera, ella pudo seguir conectada con el grupo y compartir algunos de sus textos, hasta que decidió no seguir. La modalidad también fue de utilidad para Facundo (30 años), que tuvo problemas de horarios durante algunas semanas. El grupo de Facebook lo ayudó a seguir en contacto con sus compañeros y a mandar sus textos, hasta que pudo retomar la cursada.

 

  1. Los resultados

 

A continuación, resumiremos algunos de los cambios positivos en el grupo, agrupándolos según los elementos más relevantes en cada evolución.

Aldana (25 años) empezó escribiendo textos breves que vacilaban entre el ensayo y el cuento, y que presentaban algunas ambigüedades en la estructura narrativa o en ciertas oraciones. En pocas clases, sus cuentos empezaron a mostrar giros inesperados en el final. Aldana descubrió y explotó con éxito la revelación, que pronto se volvió su marca.

Agustina, (35 años) tenía problemas para hacernos entrar en la historia que estaba contando. A veces, le llevaba media página introducir una situación que se podría haber presentado en una frase. Esto llevó incluso a que tuviera que interrumpir la lectura de  uno de sus textos para ceder la palabra al siguiente tallerista. Con las clases, fue acortando los preámbulos, lo que le dio mayor impacto a sus cuentos. Ella emprendió un camino en busca de la brevedad. Bianca (29 años) tenía el problema opuesto: sus textos eran demasiado cortos.  Como vi que se le hacía imposible ampliarlos, le propuse que se concentrara en hacer de sus microtextos verdaderos mecanismos de relojería. Para ella, la dificultad se trasladó a la estructura y al valor de cada palabra. Hasta que se despidió del grupo, sus experimentos con la brevedad habían dado buenos resultados.

Los primeros textos de Flavia (41 años) eran muy hablados: abundaban los diálogos y escaseaban las descripciones. Clase a clase, sus cuentos fueron encontrando el equilibrio entre ambos, lo que produjo narraciones más atractivas.

A Mariela (37 años) le costaba expresar ciertas cuestiones sin pudor, quizás por miedo a que pensáramos que ella era o pensaba así. A medida que se fue sintiendo cómoda y que vio que la ficción permite expresar cosas que no necesariamente sentimos o sostenemos, comenzó a florecer. En su camino a la libertad, llegó incluso a contar una relación adúltera (y ninguno de nosotros creyó que fuera una confesión).

La participación en las clases le permitió a Facundo (30 años) retomar un viejo proyecto suyo: escribir una novela. Desde su regreso al taller, sus textos fueron capítulos del libro que situó en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Él se enfocó en la continuidad. Poco después, Flavia hizo lo mismo, y comenzó a traer capítulos de una novela postergada durante años, protagonizada por Bárbara –su alter ego–, cuyos capítulos hacía coincidir con las consignas.

 

  • Conclusión

 

Es indudable que se registró una evolución en todos los participantes. Ese avance estuvo íntimamente ligado a su permeabilidad respecto de las observaciones del docente y a las de otros integrantes del grupo, así como a la voluntad de los talleristas de volcar las correcciones en sus textos para presentar una segunda versión de ellos.

Como resumió lúcidamente Marcelo Di Marco, la escritura tiene dos fases: volcánica y quirúrgica. La primera es el producto de un transvasamiento de la mente sin o con poco filtro: una catarsis. La segunda etapa implica volver al texto y corregirlo. En esa revisión, seguramente va a haber que acortar, limar, extender o desplazar palabras, frases o párrafos enteros. Luego de ese proceso aparece lo que llamamos literatura. A veces, los talleristas venían a clase con un texto que no había pasado de la fase volcánica. Se los alentaba a leerlo a pesar de ello y, en la mayoría de los casos, el autor encontró soluciones para el ripio, la imprecisión o los baches, por sí solo o acompañado por el grupo.

En sus Mínimas, Abelardo Castillo sostuvo que “Nadie escribió nunca un libro. Sólo se escriben borradores. Un gran escritor es el que escribe el borrador más hermoso”[17]. Borges dijo alguna vez que publicaba sus textos para dejar de corregirlos. Cuando le preguntaron a Ricardo Piglia[18] cuáles eran las cualidades más importantes en un escritor, Piglia fue categórico: “[ser] el mejor artesano, esto es, aquel que conoce mejor que nadie la técnica: en este nivel un escritor nunca será suficientemente consciente”.

 

[1] Director general de política editorial (Universidad de la Defensa Nacional). Director de UNDEF Libros desde su creación, en 2017.

 

Bibliografía

 

Borges, J. L. (2014). El aprendizaje del escritor, Buenos Aires: Sudamericana.

Calvino, I. (1994). Seis propuestas para el próximo milenio. Madrid: Siruela.

Castillo, A. (2000). Ser escritor. Buenos Aires: Seix Barral.

Cortázar, J. (2013). Clases de literatura. Berkeley 1980. Buenos Aires: Alfaguara.

Flaubert, G. (1998). Correspondance, edición de Bernard Masson, Colección Folio classique (n° 3126). París : Gallimard.

Di Marco, M. (1997). Taller de corte y corrección. Buenos Aires: Sudamericana.

Poe, E. A. (1846). Filosofía de la composición. Filadelfia: Graham’s Magazine, abril de 1846.

Quiroga, H. (1993). Los “trucs” del perfecto cuentista y otros escritos. Buenos Aires: Alianza.

Sáenz, D. (2004). Cómo ser escritor. Buenos Aires: Longseller.

[1] La edad de los participantes es la que tenían en 2017.

[2] En Correspondance.

[3] Ley 20.305, que reglamenta el ejercicio de la profesión, artículos 20 y ss. http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/190000-194999/194196/norma.htm (consultado el 19/9/2024).

[4] https://www.lanacion.com.ar/opinion/el-traductor-traicionado-nid331352/ (consultado el 19/9/2024).

[5] Recurso utilizado por José Saramago en Ensayo sobre la ceguera, entre otras novelas.

[6] Recurso utilizado por Charles Bukowski en Escritos de un viejo indecente (1994). Barcelona: Anagrama.

[7] Cortázar explica su forma de poner comas, que responde a un fraseo vinculado al jazz, en Cortázar de la A a la Z. Un álbum biográfico (2014). Buenos Ares: Alfaguara.

[8] Citado por Marcelo Di Marco en Taller de corte y corrección.

[9] Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, publicado por primera vez en la revista Sur (número 68, mayo de 1940), luego en El jardín de los senderos que se bifurcan (1941) y finalmente en Ficciones. Buenos Aires: Sudamericana (1944).

[10] El Silmarillion (1977), El Hobbit (1937) y El señor de los anillos (1954-1955): (La comunidad del anillo, Las dos torres y El retorno del rey).

[11] En Los “trucs” del perfecto cuentista y otros escritos.

[12] En Ser escritor.

[13] http://www.lanacion.com.ar/910427-de-que-sirve-el-profesor (consultado el 13/12/2017).

[14] En Clases de literatura. Berkeley, 1980.

[15] En El aprendizaje del escritor.

[16] Su célebre Método de composición, en http://ciudadseva.com/texto/metodo-de-composicion/ (consultado el 7/11/2017),

[17] En Ser escritor.

[18] Historia de la Literatura Argentina (1982). Volumen 6. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

8M: las mujeres se profesionalizan en la UNDEF

“Invertir en el liderazgo y la participación de las mujeres y las niñas para la paz” es el lema elegido por Derechos Humanos de la ONU para su celebración del Día Internacional de la Mujer 2024. Es el tema que guiará las movilizaciones de mujeres y disidencias sexuales este 8 de marzo a lo largo del mundo.

En esa misma línea adquiere mayor relevancia la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF), institución que tiene la responsabilidad de la formación militar –y civil para la defensa- de miles de mujeres que se profesionalizan para trabajar y liderar en pos de la soberanía nacional y a favor de la paz mundial.

En la actualidad, la UNDEF brinda educación superior a más de 3.000 estudiantes mujeres, provenientes de todo el país, en sus carreras de pregrado, grado y posgrado (es la única entidad que ofrece un Doctorado en Defensa en toda Latinoamérica). Muchas de sus egresadas, ingenieras formadas en las aulas del CRUC IUA, por ejemplo, son requeridas y hoy se desempeñan en empresas multinacionales. En la carrera militar, cada vez son más las que alcanzan rangos superiores en cada una de las Fuerzas Armadas.

Distribución en Facultades

A nivel internacional, emerge la necesidad de una educación que, desde una perspectiva interseccional, ponga en diálogo participativo las voces y los saberes locales construidos en los territorios con los conocimientos científicos “universales” (atravesados por la crítica de su pretendida neutralidad), una educación que honre a los derechos humanos en profunda conexión con la naturaleza y el ambiente, una educación para la paz entre los pueblos.

En ese sentido, la UNDEF educa en el respeto y la defensa de la Constitución Nacional y las instituciones democráticas y republicanas, la soberanía nacional, la dignidad de la persona y los derechos humanos. Este año se cumplen los primeros 10 años de su creación y es mucho lo que se avanzó en su proceso de integración al Sistema Universitario Nacional; más allá de que se constituyó sobre la base de los Institutos Universitarios que ya funcionaban en la órbita del Ministerio de Defensa de la Nación y de las Fuerzas Armadas (algunos de ellos, centenarios).

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Universidad de la Defensa Nacional

La Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF) es una persona jurídica de derecho público, creada por el Congreso de la Nación mediante la Ley 27.015 del 12 de noviembre de 2014. Tiene su sede central en Maipú 262, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Establece para su régimen propio la jurisdicción nacional como territorio para el desarrollo de sus actividades académicas, de investigación y de extensión, en las modalidades presenciales y a distancia.

La UNDEF se rige conforme el marco integral de la normativa vigente en materia de Educación Superior y Defensa Nacional. Tiene a su cargo la formación militar y la formación de militares y civiles para la Defensa Nacional en diferentes áreas disciplinarias a través de carreras de pregrado, grado y posgrado; funciona en el ámbito del Ministerio de Defensa y coordina sus acciones a través de la Dirección Nacional de Formación dependiente de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares. Se constituyó sobre la base de los Institutos Universitarios que ya funcionaban en la órbita del Ministerio de Defensa de la Nación y de las Fuerzas Armadas.

Realiza sus actividades de manera cooperativa, articulada e integrada con el sistema universitario nacional, sin generar duplicidad de esfuerzos y procurando en todo momento el aprovechamiento de la experiencia universitaria nacional.

Para ello se propone la formación de profesionales con conocimientos científicos, humanísticos y técnicos avanzados y facultades para la reflexión crítica y el aprendizaje autónomo y continuo. Los objetivos de la formación, los perfiles de los egresados, las competencias requeridas, la modalidad y la intensidad de la formación práctica, estarán en consonancia con las políticas que el Estado Nacional establezca en cumplimiento de la Ley de Defensa Nacional y la Ley de Educación Superior.

La UNDEF es una institución que, en el ejercicio integrado de la docencia, la investigación, la vinculación y la extensión, articulando saberes y disciplinas vinculados al objeto de su creación, se involucra con la sociedad en el logro del bien común, en la construcción de ciudadanía y en el desarrollo socialmente justo, ambientalmente sostenible y territorialmente equilibrado del pueblo argentino, en un contexto de integración regional.

La UNDEF educa en el respeto y la defensa de la Constitución Nacional y las instituciones democráticas y republicanas, la soberanía nacional, la dignidad de la persona y los derechos humanos. Dentro de la Universidad de la Defensa Nacional no podrán ejercer funciones de ningún tipo quienes hayan sido condenados por delitos de lesa humanidad o por actos de fuerza contra el orden constitucional y el sistema democrático.

También capacita, investiga y trabaja para potenciar la capacidad de investigación, producción y desarrollo de nuevas tecnologías para la defensa, en consonancia con los objetivos nacionales en materia de desarrollo económico y social y progreso tecnológico.

El Estatuto de la Universidad (Resolución 3377/2019) reglamentó las modalidades de prestación de servicios del personal militar en actividad en la universidad asegurando que los cargos de dirección de las instituciones educativas de formación inicial de oficiales y suboficiales, y de Comando y Estado Mayor, específicos y conjunto, sean desempeñados por oficiales superiores pertenecientes a las respectivas Fuerzas.

La UNDEF, además de dictar su propio estatuto (también puede modificarlo), dispone y administra su patrimonio, con arreglo a lo previsto por la Ley N° 24.156, confecciona su presupuesto, decide sobre los estudios que en ella se cursan, establece el régimen de acceso, permanencia y promoción del personal docente y del personal de administración y servicios.

Conducción

El Gobierno de la UNDEF se conforma a partir de los siguientes órganos:

a) Consejo de Dirección.
b) Consejo Consultivo de Gestión.
c) Rectorado.

El Consejo de Dirección es el órgano superior de Gobierno de la UNDEF y está presidido por el Ministro de Defensa de la Nación, quien tomará las resoluciones con el asesoramiento de sus integrantes. Son miembros del Consejo de Dirección, en calidad de vocales: el Rector de la UNDEF, los Secretarios del Ministerio de Defensa de la Nación, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas; los Jefes de Estados Mayores Generales del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea.
Entre otras funciones, le competen a este Consejo aprobar el Estatuto de la Universidad y sus modificaciones; designar al Rector y Vicerrector y resolver sobre sus renuncias; designar a los Decanos y Vicedecanos y resolver sobre sus renuncias; crear, disolver o fusionar Facultades o Institutos; crear o cerrar carreras de formación en la profesión militar; entre otras Ver completo en).

El Consejo Consultivo de Gestión es el órgano colegiado que tiene como objetivo brindar asesoramiento al Rector en la producción y modificación de las normas internas de la Universidad y en todos los asuntos concernientes a las actividades de docencia, de investigación y desarrollo, de extensión y transferencia, en las cuestiones disciplinarias, y en todos los asuntos que sean sometidos por el Rector a su consideración. El Consejo será presidido por el Rector y estará integrado por el Director Nacional de Formación del Ministerio de Defensa o quien designe la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares, los Vicerrectores, los Decanos, los Secretarios del Rectorado, tres representantes del claustro docente y un representante del personal de apoyo académico.

Entre sus funciones, al Consejo Consultivo de Gestión le corresponden las de aprobar su propio reglamento interno de funcionamiento; elaborar propuestas y emitir opinión sobre la política general para el personal docente y de administración y servicio; los regímenes académico y de disciplina de aplicación general para los alumnos de las diferentes carreras de las Unidades Académicas; el régimen general para las carreras de pregrado, grado y posgrado; el Régimen general para los Investigadores y los programas y proyectos de investigación; el presupuesto anual de la Universidad, así como su distribución y modificaciones; entre otras.

El Rectorado es un órgano de gobierno unipersonal ejercido por el Rector de la UNDEF. Para poder ser designado Rector o Vicerrector de la UNDEF se requiere cumplir los requisitos del artículo 54 de la Ley 24521; y ambos son designados por el Ministro de Defensa de la Nación en su carácter de Presidente del Consejo de Dirección, duran tres años en sus funciones y pueden repetir mandato por una vez o sucederse recíprocamente solo por un período consecutivo.

Son funciones del Rector presidir y conducir la gestión integral de la Universidad; ejercer la representación de la Universidad y celebrar convenios con otras Universidades e instituciones; aprobar la creación, disolución o fusión de los Centros Regionales, Departamentos y Áreas, previa consulta al Consejo Consultivo de Gestión; aprobar la política general para el personal docente y de administración y servicio, que contemple su selección, incorporación, actualización profesional, evaluación, separación y cese, dentro del marco legal correspondiente; entre otras.

ESTRUCTURA UNDEF – FACULTADES Y ESCUELAS

La organización académica de la UNDEF se encuentra estructurada en Facultades, las cuales se erigieron sobre las bases de los servicios educativos que brindaban las instituciones de formación preexistentes. La creación de la universidad implicó la integración en una única institución de educación superior nacional la formación militar de las tres Fuerzas Armadas que, en sus diferentes especialidades y niveles, se impartía a través de los Institutos Universitarios creados en la década de 1990, junto con la formación de civiles en temas de Defensa Nacional que, hasta el momento se concentraba en la entonces Escuela de Defensa Nacional (EDENA).

De este modo, se inició un proceso de configuración de las unidades académicas y sedes educativas que implicó diversas modificaciones en el organigrama a lo largo del tiempo. Inicialmente, en 2015, el Consejo de Dirección dispuso la creación de:

– La Facultad de la Defensa Nacional (FADENA) sobre la base de la Escuela de Defensa Nacional (EDENA).
– El Centro Regional Universitario Córdoba IUA (CRUC-IUA): con los servicios educativos del hasta entonces Instituto Universitario Aeronáutico -Facultad de Ciencias de la Administración y Facultad de Ingeniería-.
– La Facultad del Ejército (FE): sobre la base de los servicios educativos del Instituto de Enseñanza Superior del Ejército -Colegio Militar de la Nación, la Escuela de Suboficiales del Ejército “Sargento Cabral”, la Escuela Superior de Guerra y la Escuela Superior Técnica-.
-La Facultad de la Armada (FaDARA) sobre la base de los servicios educativos brindados por el Instituto Universitario Naval -la Escuela Naval Militar, la Escuela de Guerra Naval, la Escuela de Oficiales de la Armada, la Escuela de Ciencias del Mar y la Escuela Nacional de Náutica “General Manuel Belgrano”-.
– La Facultad de la Fuerza Aérea (FA): sobre la base de los servicios educativos de la Escuela de Aviación Militar, Escuela Superior de Guerra Aérea, la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea, el Instituto de Formación Ezeiza y el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial.

En 2015 se constituyó la Unidad Académica de Formación Militar Conjunta sobre la base de los servicios educativos brindados por la Escuela Superior de Guerra Conjunta y el Instituto de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. En 2020 se transformó en la actual Facultad Militar Conjunta (FMC), creándose en 2021 el Instituto de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas (ICFA) dependiente de la Facultad.

En 2018 se creó la Facultad de Ingeniería del Ejército (FIE) sobre la base de la sede educativa “Escuela Superior Técnica”, hasta entonces dependiente de la Facultad del Ejército. En 2023 se incorporó la Escuela de Suboficiales de la Armada a la FaDARA.

Actualmente la UNDEF cuenta con ocho Facultades con sus respectivas Sedes Educativas que se encuentran distribuidas en la ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires y en la provincia de Córdoba. En las mismas se forman más de doce mil militares y civiles.

Comenzó el ciclo lectivo 2024 en la Escuela Superior de Guerra Conjunta

Con la presencia del rector de la Universidad, Dr. Julio César Spota, la Escuela Superior de Guerra Conjunta (Facultad Militar Conjunta/UNDEF) dio inicio a sus las actividades académicas.

La ceremonia fue presidida por el ministro de Defensa, Luis Petri, quien en su discurso subrayó la necesidad de repensar el despliegue y equipamiento de las fuerzas armadas de acuerdo con los nuevos desafíos estratégicos del siglo XXI. En este sentido, reiteró que la formación militar debe tener como eje cardinal la custodia de los intereses vitales de la Patria, reconociendo que la educación es fundamental para el desarrollo y la independencia de las naciones.

El acto contó con la presencia del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Brigadier General Xavier Julián Isaac; el jefe del Ejército Argentino, General de Brigada Carlos Alberto Presti; el jefe de la Armada Argentina, Contraalmirante Carlos María Allievi; y el jefe de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier Mayor Fernando Luis Mengo.

La institución cuenta con una oferta académica de cursos y posgrados abierta a la sociedad civil, entre las cuales se destacan la Maestría en Estrategia Militar y la Diplomatura Universitaria en Introducción al Derecho Aplicado a la Defensa y Seguridad en el Ámbito Nacional e Internacional, además de la Especialización en Estrategia Operacional y Planeamiento Militar Conjunto destinada al personal militar de las Fuerzas Armadas.

Ceremonia por los 120 años de presencia argentina en la Antártida

El rector de la Universidad de la Defensa Nacional, Dr. Julio Spota, se sumó al acto de conmemoración por los 120 años de presencia argentina en la Antártida, organizado por la Cancillería.

El evento contó con la presencia de la Vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, la Canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri.

Durante la ceremonia, se rememoró el 22 de febrero de 1904, fecha crucial que marcó la inauguración del Observatorio Meteorológico en la Isla Laurie, Orcadas del Sur. Este hito representa el inicio de la presencia constante y contínua de la Argentina en el continente blanco.

En el acto la Canciller resaltó especialmente a “los hombres y mujeres que le dedican cada día de sus vidas al trabajo antártico, tanto los que trabajan en las bases como las tripulaciones de los buques y aeronaves”; celebró su compromiso y los consideró “un orgullo para su país y sus compatriotas”.

En su alocución, Mondino destacó el trabajo realizado por la Cancillería a través de la Dirección Nacional de Política Exterior Antártica (DNPEA) y la Dirección Nacional del Antártico (DNA), junto con el Instituto Antártico Argentino (IAA), a fin de implementar las actividades científicas del Plan Anual Antártico (PAA), y valoró el aporte efectuado por el Ministerio de Defensa, a través del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), a fin de brindar el sostén logístico necesario para la realización de dichas actividades.

Al evento asistieron autoridades de la Cancillería y del Ministerio de Defensa, así como distinguidos invitados del sector académico y científico, en representación de una amplia variedad de instituciones públicas y privadas involucradas en la actividad antártica.

El Consejo de Dirección puso en funciones al nuevo rector de la UNDEF

El ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, encabezó la reunión del Consejo de Dirección de la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF) y puso hoy en funciones al nuevo rector, Dr. Julio César Augusto Spota. La nueva autoridad ocupará el cargo académico por un período de tres años.

“Quiero expresar mi confianza y apoyo a la gestión de las nuevas autoridades con el objetivo de que la UNDEF sea referente a nivel nacional e internacional, tanto por su excelencia académica, como así también por sus aportes en investigación y extensión en la cultura de la Defensa” expresó el titular de la cartera, durante la reunión del Consejo, llevada a cabo en el Edificio Libertador.

Además, se realizaron designaciones para vicerrector, director del Centro Regional Universitario Córdoba, Decanos y Vicedecanos, marcando el inicio de un nuevo ciclo en la gestión de la Universidad.

Spota es doctor en Antropología con una destacada carrera académica y una especialización en Estrategias, Defensa y Seguridad. Su extenso recorrido en el ámbito de la investigación y la docencia lo posiciona como un experto en Antropología Histórica, con enfoque en temas relevantes como la guerra híbrida y estrategias contemporáneas.

Actualmente, ejerce como miembro de la Carrera de Investigador Científico en CONICET, donde ha contribuido durante más de 13 años. Su labor incluye ser profesor adjunto en la Escuela Superior de Guerra del Ejército Argentino y en la Universidad de Buenos Aires, donde imparte conocimientos sobre estrategia y antropología. Además, ha participado activamente en diversos proyectos de investigación.

Asimismo, obtuvo un magíster en Estrategia y Geopolítica con la tesis «Reflexiones críticas en torno a la formulación de una Estrategia Nacional en la Argentina contemporánea.

En el cierre de la sesión, el nuevo rector presentó los principales lineamientos del Plan Académico Anual 2024, destacando los objetivos y metas para el desarrollo académico de la institución en el presente año.

La UNDEF, creada en el año 2014, se convirtió en la primera casa de altos estudios de estas características en América Latina, constituyéndose en un antecedente y punto de referencia en la región.

A través de su variada oferta académica se encarga de la formación de militares y civiles en diferentes áreas disciplinarias, y la formación militar para la Defensa Nacional mediante carreras de pregrado, grado y posgrado.

Integraron la reunión del Consejo el jefe de Gabinete Carlos Becker; el secretario de Estrategia y Asuntos Militares, teniente general (R) Claudio Ernesto Pasqualini; el secretario de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Raúl Marino; el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Juan Battaleme y los jefes de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, brigadier general Xavier Julián Isaac; de la Armada, contraalmirante Carlos María Allievi; del Ejército, general de brigada Carlos Alberto Presti; y de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Fernando Luis Mengo.

Fuente: Ministerio de Defensa de la Nación

Convocatoria UNDEFI 2023: se acreditaron 53 proyectos

La UNDEF informa, a través de la Resolución Rectoral N°08/2024, los resultados de la Convocatoria UNDEFI 2023.

Luego de lo actuado por la comisión evaluadora integrada por expertos evaluadores, se acreditaron 53 proyectos, pertenecientes a las distintas unidades académicas de la UNDEF, que abordan diferentes temáticas y disciplinas aplicadas al ámbito de la defensa.

Los proyectos serán desarrollados durante el corriente año con el propósito de contribuir con el fortalecimiento de la función de investigación en las unidades académicas, promover la consolidación de los equipos de trabajo y generar conocimiento en diferentes temáticas de interés para la defensa.

Resolución Rectoral N°08/2024

Cadetes de la Escuela Naval realizan prácticas de navegación en la Antártida

En un informe para la agencia Télam, Ornella Rapallini (corresponsalía itinerante Sector Antártico Argentino) narra las historias de vida de los jóvenes elegidos para navegar a bordo del Irízar.

Se trata de unos diez cadetes de la Escuela Naval Militar de la ciudad platense de Ensenada, que tienen entre 18 y 24 años, navegan por primera vez en la Antártida reconocidos por su mérito académico a bordo del buque insignia Rompehielos ARA Almirante Irízar, donde realizan guardias en el puente de comando como parte de su formación profesional, en el marco de la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV).

Los diez fueron seleccionados entre 350 cadetes de la escuela perteneciente a la Armada Argentina y que, a su vez, integra la Facultad de la Armada Argentina, Universidad de la Defensa Nacional. Los elegidos son oriundos de distintas localidades de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Misiones y Ciudad de Buenos Aires. Viven en la escuela en un régimen de internado de lunes a viernes.

Las «tradiciones y la mística marinera» son faros en la Escuela Naval, contaron los cadetes / Foto: Leo Vaca. TÉLAM

 

«El internado nos obliga a aprender a estar sin la familia. Esas cosas también sirven para experiencias como estas, en el buque, donde estaremos un mes navegando sin contacto exterior, algo similar a lo que sería la escuela. Nos preparan para esto, es así la vida militar», comentó a Télam Lucas Darnet (22) cadete de tercer año, nacido en Bahía Blanca, en el puente de observación del Irízar junto a sus otros nueve compañeros.

Y agregó: «Vinimos a poner en práctica todo lo que aprendemos en la escuela. Durante los cuatro años de estudio tenemos la materia navegación que se trata de estar en el puente de comando y guiar al buque en una navegación segura».

«Al mar hay que tenerle respeto. Estamos disfrutando uno de los mejores embarcos que tuvimos hasta ahora», dijeron los cadetes Arian Rodríguez (23) de tercer año, de Necochea; y Gastón Bravo Molina (18) de segundo año, de Punta Alta.

Para las guardias, los de segundo año, cuatro jóvenes, cubren cuatro horas cada doce de descanso. Los de tercero y cuarto (tres en cada caso) cubren cuatro horas y descansan ocho.

«Las 24 horas tiene que haber cadetes en el puente. Hay tres por turno, uno de cada año», agregó el cordobés Luca Depetris (19), cadete de segundo.

En el buque, que traslada a más de 300 personas, «todos los días son distintos, aunque haya una rutina y parezcan todos iguales», diferenció Darnet en referencia a las variaciones del clima, actividades y personas con las que interactúa.

Para ingresar a la escuela rinden un examen de Física, Trigonometría, Química, Historia, Inglés y comprensión de textos, además de pruebas físicas y psicológicas, detallaron.

«De 250 personas que entraron en nuestra promoción, actualmente somos 60. Es dura la vida de un cadete, nos alejamos de la familia, algunos el fin de semana no salen y sienten más la distancia si son del norte o el sur del país. Cuesta adaptarse al principio», compartió Damián Cardozo (24) cadete de tercer año de Punta Alta, quien recibió la imprevista aventura de este viaje de una forma particular, porque significó también reencontrarse, después de un año, con su padre que es el jefe de base Orcadas que invernó durante 2023 en la Antártida.

«Si uno entra confiado al mar, termina dado vuelta. Siempre hay que tenerle respeto», dijo Lautaro Saucedo / Foto: Leo Vaca. TÉLAM

En la escuela, los cadetes, además de los cuatro años de cursada, realizan seis meses de práctica en el buque escuela Fragata Libertad, que «algunas veces hasta recorre el mundo», contaron.

Para los cadetes, el viaje en la fragata es como una tesis en otras carreras, ya que es la experiencia que los califica para ser oficiales de marina.

Si bien a este viaje no vinieron cadetes mujeres, el porteño Tomás Falcone (19) de segundo año resaltó que en la escuela «hay cadetes mujeres, pero son menor cantidad en comparación con los varones».

Tomás viene de familia militar, pero muchos otros son los primeros en sus familias en elegir esta carrera.

«No tengo ningún familiar militar, pero hice la secundaria en el liceo naval. En la escuela naval, en primer año vemos una introducción al ámbito de la navegación como cartas náuticas. Y, en segundo, temas más específicos como mareas y puesta de sol», contó Dante Ciufici (21) cadete de segundo año, oriundo de la localidad bonaerense de Banfield.

Al igual que a Depetris, que le gusta la filosofía y la ficción, quien destacó la variedad de títulos de la biblioteca del buque, a Falcone también le gusta escribir bitácoras del viaje y del proceso de aprendizaje.

«No escribo cosas meramente de navegación, sino sobre lo que voy aprendiendo, los cambios que voy viviendo. Ponerlo en palabras da sus frutos a futuro», consideró el joven.

Braxton Amoretti (21), suboficial primero cadete de cuarto año, de Misiones, también redacta sus vivencias para su familia «para emocionarlos», dijo, y escribe poesía porque el mar, además, lo inspira.

«El marino se tiene que culturizar, aprender el arte de navegar en los siete mares del mundo», consideró Amoretti, segunda escolta de bandera.

También explicó que dentro de la escuela los cadetes de cuarto año son mentores de los de primero.

«La idea es crear una conexión entre aquellos oficiales más antiguos con aquellos que no la tienen para instruirlos. Ninguno es tan importante como todos nosotros juntos», completó su compañero Luiggi Gómez Gurrieres (22), suboficial principal cadete de cuarto año y oriundo de la ciudad tucumana de Monteros.

Las «tradiciones y la mística marinera» son faros en la Escuela Naval, contaron. Entre ellas se destaca la de «escribir un libro, plantar un árbol y formar una familia», resaltó Falcone.

Y Gómez Gurrieres completó que las promociones plantan árboles en la Escuela Naval, que deben cuidar a lo largo del tiempo; además de escribir en conjunto libros con anécdotas y vivencias de todos y cada uno.

«El primer día (el comandante del buque Irízar) Carlos Recio nos dijo que ‘los verdaderos hombres de mar se ven en situaciones importantes’. Uno no tiene que ser una máquina, ni ser un robot, puede sentirse mal, pero tiene que seguir y afrontar la situación. Si se descompone hay que volver al puesto de trabajo», destacó Gómez Gurrieres.

En el mismo sentido, Lautaro Lugo Saucedo (20) suboficial primero cadete de cuarto año, primer escolta de la bandera, remarcó que «si uno entra confiado al mar, termina dado vuelta. Siempre hay que tenerle respeto».

«Podemos estudiar diez mil manuales, ser los mejores de la clase, pero el mar seguramente nos va a presentar esa situación en la que no vamos a tener respuesta y vamos a tener que actuar de la mejor manera. Cuando hablamos de tenerle respeto al mar, hacemos hincapié en que no sabemos las circunstancias que se pueden dar. Hay situaciones que generan una incertidumbre en muchos, pero que en los oficiales no se puede notar. Aristóteles decía ‘hay tres tipos de personas: los vivos, los muertos y los que están en el mar'», concluyó Gurrieres.

Fuente: Télam

Redactora: Ornella Rapallini

Reportero gráfico: Leo Vaca

A 125 años del primer viaje de instrucción de la Fragata Sarmiento

El 12 de enero de 1899 la Fragata ARA Presidente Sarmiento zarpó en su primer viaje de instrucción, marcando el comienzo de una travesía histórica que dejó una huella pionera en la formación naval de la juventud argentina. Este buque escuela, construido en los astilleros ingleses Cammell Laird en 1897, fue el pionero moderno de su tipo en Argentina.

Como relata la Gaceta Marinera, el Capitán Onofre Betbeder lideró esta odisea que se prolongó por más de 20 meses, amarrando en 71 puertos alrededor del mundo y recorriendo 48.500 millas náuticas. Desde Sudamérica hasta el Caribe, la Fragata recorrió muchas fronteras, siendo testigo del «abrazo del estrecho» entre los presidentes Roca y Errázuriz en 1899.

Este primer viaje no solo fue un hito, sino también el inicio de una larga serie de misiones de paz que la Fragata llevó a cabo a lo largo de su servicio entre 1899 y 1939. Su papel como embajadora de la paz para la Nación Argentina se consolidó en eventos como la coronación de Eduardo VII del Reino Unido, la apertura del Canal de Panamá en 1914, y la inauguración de la estatua de San Martín en Boulogne Sur Mer en 1909.

En el ámbito educativo, la Fragata «Presidente Sarmiento» ha sido fundamental para la formación en el marco de la Universidad de la Defensa Nacional, especialmente de la Facultad de la Armada, institución que ha aprovechado la magnitud de la misma para proporcionar experiencia práctica no solo en términos navales, sino también en el desarrollo de habilidades esenciales como trabajo en equipo, toma de decisiones y adaptabilidad.

La Fragata «Presidente Sarmiento» no solo es un testimonio histórico de las jornadas en la formación naval argentina, sino también un recurso invaluable para la educación de las futuras generaciones. Su legado persiste no solo en sus instalaciones, sino también en el legado duradero que ha tenido en la formación de aquellos que forjaron sus caminos en la vastedad del océano.

Recorrido 360

El enlace a continuación presenta un recorrido virtual 360 de la Fragata, desde la puerta de embarque, pasando por todos puntos de la cubierta, el camarote del capitán y la sala de máquinas.

https://visita360.de/armada/fragata-sarmiento/

Compromiso 120: se afianza el objetivo de la Secretaría Académica de la UNDEF

Al inicio del Ciclo Lectivo 2022, la Secretaría Académica definió un objetivo central para el Departamento de Títulos y Certificaciones, que se identifica como “Compromiso 120”. Este objetivo refiere al establecimiento de los procedimientos involucrados en la titulación, determinando plazos para cada uno de ellos, en cada área administrativa interviniente, tanto en el Rectorado como en las unidades académicas, a fin de lograr la expedición de los diplomas dentro de los 120 días que promulga la Ley de Educación Superior.

Este nuevo circuito administrativo quedó plasmado en la disposición de la Secretaría Académica N°1/2022. El mismo se caracteriza por su carácter híbrido, ya que incorpora algunos de los cambios ya introducidos durante la cuarentena, como la digitalización de documentación y virtualización de algunos procedimientos. De esta manera, se agilizaron los tiempos administrativos, se establecieron nuevos modelos de notas de elevación, se estipularon plazos a los diferentes actores intervinientes en el proceso de titulación, comenzando con la solicitud que presenta el/la egresado/a y contemplando la conformación de los legajos en las sedes y facultades, su verificación en el Rectorado y la elevación al Ministerio de Educación para su aprobación.

El circuito se completa con la impresión de los diplomas y la intervención en los certificados analíticos, su posterior firma por las autoridades del Rectorado y la entrega de los mismos a las Unidades Académicas.

En el marco de la adecuación de los procedimientos a implementar en el Sistema de Expedición de Títulos, para cumplir el “Compromiso 120” se trabajó junto con las unidades académicas la correcta formulación de los documentos y la homogeneización de los formatos de los certificados analíticos finales y parciales, a fin de otorgarles a estos documentos un mayor nivel de seguridad. Se realizaron diferentes jornadas de trabajo con los responsables del área de Titulación de las unidades académicas de la UNDEF, a fin de dar a conocer las modificaciones establecidas por la disposición SA N°1/2022 Reglamento interno de la UNDEF para la Expedición de Diplomas y Certificaciones.

 

Diplomas expedidos y Certificaciones de Nivel Medio Legalizados

 

Modificaciones en el Circuito de Titulación

En el marco del Taller Anual SIU 2023, el Ministerio de Educación de la Nación presentó la implementación de una modificación en el Sistema de Certificaciones (SICER) por el que se legaliza toda la documentación de egreso. En virtud de este cambio en el proceso de legalización entre la Universidad y el Ministerio, se hizo necesario incorporar modificaciones en el circuito de titulación de la UNDEF entre Rectorado y cada una de las Facultades, a fin de agilizar los procesos, asegurando un control y seguimiento preciso de cada uno de los legajos de egreso. A tal efecto, la Secretaría Académica desarrolló, a través de un software de código abierto, un sistema online de seguimiento de cada uno de los legajos de egreso presentados por las Facultades.

El Sistema de Titulación UNDEF permite crear usuarios para cada agente de las Facultades, con sus respectivas direcciones de correo electrónico general para los equipos de titulación de cada Facultad, a través del cual se realizan todas las gestiones y se emiten las notificaciones correspondientes. El sistema asigna un número único de identidad a cada Legajo permitiendo su trazabilidad, control de fecha y hora de presentación, días de atraso, y toda modificación que repercuta sobre el trámite de egreso, garantizando una comunicación fluida y certera entre Rectorado y unidades académicas.

Esta innovación fue acompañada por un circuito de capacitaciones presenciales y virtuales a cargo de la Secretaría Académica para personal de las Facultades interviniente en el circuito de titulación. A través de esta implementación, se afianza el objetivo central del Departamento de Títulos y Certificaciones identificado como “Compromiso 120” de lograr la expedición de los diplomas dentro de los 120 días que promulga la Ley de Educación Superior.