65º Aniversario del Bombardeo a Plaza de Mayo
Por Rodrigo Hobert,
Doctor en Ciencias Sociales por la UBA.
Docente e investigador.
Secretario Académico UNDEF.
El mediodía del 16 de junio de 1955, una treintena de aviones pertenecientes a la Marina de Guerra bombardeó y ametralló la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno, la sede de la Confederación General del Trabajo, además de otros edificios públicos del centro de la ciudad de Buenos Aires.
Con el objetivo de asesinar al Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, y derrocar al gobierno electo democráticamente en el año 1952, un grupo de civiles y militares diseñó un plan de ataque sobre el centro neurálgico de las decisiones políticas de la Argentina.
Las operaciones comprendieron desde el accionar de milicias civiles destinadas a eliminar a los distintos elementos de defensa democrática, hasta ataques aéreos focalizados sobre edificios públicos, sindicales y la población civil concentrada en apoyo al gobierno.
El bombardeo sobre Plaza de Mayo constituyó un hecho sin precedentes en la historia continental, en donde un sector de las Fuerzas de Defensa descargó sus armas desde el aire contra la ciudadanía de su propia nación. El acto terrorista ocasionó la muerte de al menos 308 personas y produjo heridas de diversa gravedad a más de 800. Cifras estimadas, dadas las decenas de víctimas mortales excluidas del conteo por la imposibilidad de identificar sus cuerpos.
El Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina, leales al mandato democrático de la ciudadanía, desplegaron efectivos terrestres y escuadrones de intercepción aérea para neutralizar los distintos ataques sobre la población civil y el gobierno nacional. Su respuesta evitó que la masacre fuera aún mayor.
Los hechos del 16 de junio de 1955 marcaron un punto de inflexión y no retorno en el repertorio de la acción política antidemocrática de la Argentina. Pavimentaron el camino hacia el terrorismo de estado, produciendo heridas que, luego de treinta y siete años de recuperación democrática, tardan en cicatrizar.
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