Reforma Universitaria 1918 – 2018: Un centenario de historia en la educación superior argentina
La UNDEF, participó parte de la conmemoración del centenario de la Reforma Universitaria de 1918, que se realizó en Córdoba, tras el cierre de la Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018.
La Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF) participó de los festejos por el centenario de la Reforma Universitaria, un movimiento impulsado por la juventud universitaria cordobesa en reclamo de una genuina democratización de la enseñanza, que se convirtió en un emblema para la educación superior en Argentina y América Latina.
El acto institucional “Reflexiones sobre el futuro de la universidad reformista”, el primero de los eventos oficiales, se realizó el 15 de junio en el salón de actos del Pabellón Argentina, junto al Rector de la UNDEF, Prof. Gonzalo Álvarez, participaron académicos de toda la región, autoridades locales, provinciales y nacionales.
Durante el mismo, el Rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), cuna de la reforma del 18 y sede de la CRES 2018, Dr. Hugo Juri, distinguió a los referentes latinoamericanos en educación superior Rafael Guarga y Marco Antonio Rodrigues Dias.
Luego, se procedió a la lectura oficial de dos importantes documentos: en primer lugar, las reflexiones y conclusiones en torno a la conmemoración, realizadas por el conjunto de autoridades universitarias latinoamericanas y del Caribe que participaron de la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018); y en segundo lugar, la declaración de los rectores de las universidades argentinas, también con motivo del centenario. (Ver Extractos de la Declaración de los Rectores)
Por la tarde, unas 20.000 personas participaron del cierre de los festejos, donde se entregaron certificados y se brindaron shows musicales.
Extractos de la Declaración de los Rectores de instituciones universitarias públicas
“En el centenario de la Reforma, afirmamos nuestra identidad regional, convencidos de tener una cultura y una historia compartidas que incluyen realizaciones y, también, desafíos no alcanzados. Hoy sostenemos la vigencia de principios fundamentales para la configuración de los sistemas universitarios en América latina y el Caribe: la autonomía universitaria, la participación plural en el gobierno de las instituciones universitarias y el compromiso con la defensa de la educación como un bien público y social, y como un derecho humano y universal”.
“Las universidades tienen una tarea primordial en la formación de todos los niveles educativos, entendiendo que constituyen una integridad y no se los debe segregar; tanto como en la renovación, conservación y promoción de los saberes propios de cada una de las culturas como en poner en continuo valor la dignidad humana a lo largo de la vida”.
“Es nuestra obligación atender las demandas de nuestras sociedades, honrar la memoria del movimiento reformista, interpretar las necesidades de nuestros pueblos y asumir los mandatos constitucionales del Estado como garante de la educación y de la libertad de enseñar y aprender”.
“La autonomía demanda una enorme responsabilidad para sus miembros, que deben reconocer que la universidad es democrática en la medida que atienda las necesidades de la sociedad mediante sus funciones primordiales de docencia, investigación y extensión”.
“Consideramos fundamental impulsar políticas de Estado en la región que garanticen la expansión del sistema universitario al aumentar el ingreso y la permanencia de estudiantes de sectores sociales populares y de territorios postergados a la educación universitaria. También, políticas que avancen en marcos normativos que contribuyan a la integración regional de los sistemas universitarios”.
“La educación superior debe orientarse a la búsqueda del bienestar individual y colectivo, a revertir las asimetrías económicas y sociales, al desarrollo científico y a preparar profesionales con aptitudes para desempeñarse en un mundo global, con perspectiva latinoamericana y caribeña, ética y compromiso social y con vocación emprendedora y empleabilidad”.
“Las instituciones universitarias debemos contribuir a la soberanía tecnológica, favoreciendo el desarrollo productivo y la competitividad industrial del continente. La tecnología debe ser puesta al servicio de la innovación en todas las dimensiones del crecimiento económico y del desarrollo social”.
“Consideramos que la educación superior, la ciencia, la tecnología y las artes -componentes esenciales de la economía del conocimiento- son pilares fundamentales de una cooperación internacional con miras al desarrollo equitativo y solidario de la región, basada en procesos de consolidación de un bloque económicamente independiente y políticamente soberano”.
Sigamos Conectados