Nagorno-Karabaj: Historia, geopolítica y los desafíos de un conflicto sin resolución
El pasado miércoles 18 de diciembre, tuvo lugar una conferencia magistral a cargo del Dr. Ricardo Torres, investigador del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales de Rosario (CERIR/UNR), quien abordó en profundidad la historia, las dinámicas geopolíticas y los últimos desarrollos del conflicto de Nagorno-Karabaj, que involucra a Armenia y Azerbaiyán en una disputa territorial con implicancias políticas, militares y diplomáticas de larga data.
La conferencia fue brindada en el salón «San Martín» del rectorado de la Universidad de la Defensa Nacional y contó con la presentación del rector de la UNDEF, Dr. Julio Spota, y el Dr. Diego Álvarez Rivera.
Nagorno-Karabaj es una región montañosa en el Cáucaso del Sur con una población históricamente mayoritaria de origen armenio. Desde el siglo IV, Nagorno-Karabaj fue parte del Reino de Armenia, posteriormente quedó bajo control del Imperio Bizantino y, más tarde, del Imperio Persa. Durante el período soviético, el territorio fue administrativamente integrado a Azerbaiyán como el Óblast Autónomo de Nagorno-Karabaj (NKAO) en 1923, a pesar de su mayoría étnica armenia. Este acto administrativo sentó las bases de las tensiones modernas.
Durante su exposición, el Dr. Torres subrayó cómo las decisiones administrativas de la era soviética, particularmente la cesión de Nagorno-Karabaj a Azerbaiyán, sembraron las semillas del conflicto. El declive de la Unión Soviética y su colapso en 1991 exacerbaron estas tensiones. La retirada soviética de la región dejó un vacío de poder que fue rápidamente ocupado por fuerzas locales y nacionales. En 1988, el Soviet de la NKAO solicitó la unificación con Armenia, desatando manifestaciones y violentos enfrentamientos interétnicos que culminaron en una guerra abierta entre 1991 y 1994. Durante esta guerra, las fuerzas armenias lograron controlar no solo Nagorno-Karabaj, sino también siete distritos azeríes circundantes, mientras Azerbaiyán enfrentaba una seria crisis de inestabilidad en su política interna.
En 1994 se estableció un cese al fuego, dejando una frágil paz supervisada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con la participación de Rusia, Francia y Estados Unidos. Las hostilidades cesaron sin una resolución definitiva del estatus político de la región, dejando una línea de contacto militarizada y un ciclo de escaramuzas periódicas.
La exposición del Dr. Torres también abarcó los factores geopolíticos que condicionaron el conflicto. En septiembre de 2020 estalló la llamada segunda guerra del Alto Karabaj. Azerbaiyán capitalizó el respaldo de Turquía, que aportó equipamiento militar avanzado y estrategias basadas en experiencias de la OTAN. El uso de drones Bayraktar TB2 por Azerbaiyán resultó decisivo, ya que estos sistemas permitieron identificar y destruir posiciones armenias con precisión. Según datos presentados, Armenia, con sistemas de defensa antiaérea de diseño soviético obsoletos, no pudo contrarrestar eficazmente estas tácticas.
El conflicto evidenció también un cambio en las dinámicas de poder en el Cáucaso. Rusia, tradicional aliada de Armenia, optó por una postura limitada, permitiendo que Azerbaiyán tomara la iniciativa militar. Turquía, por su parte, consolidó su influencia regional apoyando a Azerbaiyán no solo militarmente, sino también diplomáticamente.
En términos territoriales, el acuerdo de cese al fuego de 2020 supuso una pérdida significativa para Armenia, que vio reducida su influencia en Nagorno-Karabaj. Las fuerzas de paz rusas fueron desplegadas para garantizar la seguridad de un corredor que conecta la región con Armenia, pero la viabilidad a largo plazo de esta solución sigue siendo incierta.
En su disertación, el Dr. Torres destacó varias de las consecuencias clave del conflicto. La pérdida de Nagorno-Karabaj no solo representa un golpe territorial para Armenia, sino también una crisis humanitaria significativa. Según las cifras presentadas, más de 90,000 armenios fueron desplazados durante la guerra de 2020, y las violaciones de derechos humanos por parte de Azerbaiyán han sido ampliamente documentadas.
En el plano diplomático, la falta de un marco de negociación efectivo refuerza la percepción de que Armenia enfrenta este desafío en soledad. A nivel interno, la crisis política en Armenia tras la guerra ha debilitado su posición regional, mientras que Azerbaiyán y Turquía han fortalecido su alianza estratégica.
La conferencia cerró con un análisis crítico sobre las posibilidades futuras de resolución. La falta de reconocimiento internacional de Nagorno-Karabaj y la presión militar constante de Azerbaiyán plantean desafíos insuperables para Armenia en el corto plazo. Según el Dr. Torres, cualquier avance hacia la estabilidad en la región requerirá no sólo la mediación de actores internacionales, sino también un replanteamiento de las estrategias diplomáticas y militares por parte de Armenia.
La conferencia se centró en la importancia de entender el conflicto de Nagorno-Karabaj como una cuestión multifacética, en la que convergen intereses históricos, geopolíticos y humanitarios. La UNDEF, al acoger este tipo de debates, reafirma su compromiso con el análisis riguroso de los conflictos internacionales y su impacto en la seguridad global.
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